
Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios COHLERS + Partners.
El avance del Internet de las Cosas (IoT) está transformando la manera en que se diseñan y gestionan los edificios, impulsando el concepto de “edificios inteligentes”. Esta tecnología emergente está revolucionando el sector de la construcción y el desarrollo inmobiliario, al integrar dispositivos conectados que optimizan el funcionamiento de los edificios, mejorando la experiencia de los usuarios y reduciendo costos operativos.
Un edificio inteligente es aquel que incorpora dispositivos y sistemas conectados a través de IoT, para controlar y monitorear diversas funciones, como la iluminación, la climatización, la seguridad y el consumo energético, siendo la eficiencia energética uno de los aspectos más importantes de esta innovación. Sensores de IoT permiten ajustar automáticamente el uso de energía en función de la ocupación de los espacios, optimizando el consumo y reduciendo las facturas energéticas y permitiendo el monitoreo en tiempo real del desempeño energético, lo que facilita el mantenimiento predictivo reduciendo la huella de carbono.
En cuanto a la seguridad y el confort, los edificios inteligentes ofrecen mejoras significativas. Cámaras, sensores de movimiento y sistemas de acceso digital permiten una vigilancia constante y eficiente, mejorando la seguridad de los ocupantes. Asimismo, los sistemas automatizados ajustan la climatización, la iluminación y otros factores ambientales según las preferencias individuales, creando un entorno personalizado y confortable para cada usuario.
Otro aspecto clave es la gestión de datos en donde los dispositivos conectados generan una gran cantidad de información que puede ser utilizada por administradores y propietarios para optimizar el funcionamiento de los edificios, identificar patrones de uso y mejorar la toma de decisiones; siendo especialmente valioso en grandes complejos inmobiliarios o comerciales, donde la optimización de recursos puede tener un impacto significativo en la rentabilidad.
De esta forma, el IoT está impulsando una nueva era en la construcción y el desarrollo inmobiliario con edificios inteligentes que son más eficientes y seguros, pero también más sostenibles y adaptados a las necesidades de sus ocupantes, prometiendo este enfoque ser una pieza clave en la evolución hacia ciudades más conectadas y sostenibles.