Por: Romy Luckeheide, arquitecta en Certificación Edificio Sustentable (CES).
Cada vez vemos que más edificios incorporan estrategias de control solar, utilizando desde elementos tradicionales en la arquitectura, como aleros, persianas y parrones, hasta más innovadores, como una doble piel verde o acristalada, paneles perforados, diseños especiales de lamas verticales u horizontales perforadas o continuas.
Los paneles perforados, a su vez, ofrecen diferentes diseños y porcentajes de aberturas: desde un 3% a 20%, lo que va a depender de la superficie y la disposición de los agujeros. Hoy, existe la más amplia gama de soluciones que, en conjunto con un estudio de eficiencia energética, se puede lograr el match perfecto en cuanto al ahorro de energía & confort interior.
Los edificios que ya tienen implementado desde el diseño medidas de eficiencia energética, como alta aislación térmica en fachadas, cubiertas y/o pisos ventilados, reducen considerablemente la demanda de calefacción. Sin embargo, el aumento del calor causado por el asoleamiento crea una necesidad de refrigeración mayor para asegurar el confort térmico de los ocupantes.
La ventaja que tiene el arquitecto, si analiza la protección solar en la etapa de diseño a través de un estudio de eficiencia energética, es que puede lograr controlar la incidencia de radiación solar en verano y aprovechar la ganancia solar en invierno. A través de análisis con software especializados, se pueden determinar los ángulos de las lamas, por ejemplo, con tal de obtener ahorro en refrigeración, pero también ganancias solares en invierno, sin aumentar la demanda de calefacción.
También pueden ayudar a controlar el deslumbramiento al interior de los recintos, y obtener una iluminación natural uniforme. Incluso, permite prescindir de cortinas interiores o exteriores, sin obstaculizar la vista hacia el exterior.
Existe ya un importante desarrollo en la automatización de sistemas de control solar, como lamas que pueden ser móviles o motorizados. Si se está en la duda respecto de esta elección, se recomienda evaluar según el tipo de edificio y sus usuarios, ya que en la operación puede ser más complejo un sistema móvil o motorizado versus un sistema fijo.
El coeficiente de ganancia solar puede ser de hasta un 50% mayor si la protección está al exterior versus al interior del edificio.
Esta estrategia pasiva con múltiples beneficios, por supuesto que colabora en la obtención de una certificación de edificios sustentables, como CES, para lograr los mejores estándares e indicadores en la disminución total del consumo energético de un edificio en operación.