
Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios.
El sector inmobiliario en Chile enfrenta un contexto de transformación necesario impulsado por el cambio en las demandas de los consumidores, la regulación ambiental y la tecnología. Frente a estos importantes desafíos, los proyectos integrados y sustentables han emergido como una solución innovadora, marcando una tendencia que está redefiniendo el mercado.
En un país donde el déficit habitacional supera las 650.000 viviendas y en donde el negocio inmobiliario no presenta repuntes relevantes, las soluciones tradicionales parecen insuficientes. Por ello, las inmobiliarias están adoptando modelos de desarrollo urbano integrados, que no solo buscan construir viviendas, sino también crear comunidades autosuficientes.
Estos proyectos combinan unidades residenciales con espacios comerciales, áreas verdes y servicios esenciales como colegios y centros de salud, promoviendo una vida más equilibrada y eficiente.
La sustentabilidad también ha pasado de ser una opción a convertirse en una exigencia. Incorporar tecnologías para el ahorro energético, sistemas de recolección de aguas lluvias y materiales de construcción de bajo impacto ambiental son prácticas cada vez más comunes y necesarias. Esto no solo responde a la presión regulatoria, sino también a la preferencia de consumidores que valoran iniciativas ecológicas.
Por otra parte, la digitalización del proceso de oferta, de compra y venta ha sido clave para dinamizar el mercado. Plataformas en línea que permiten la realidad virtual para visitar propiedades, el uso de blockchain para transacciones más seguras y las herramientas de big data para analizar tendencias de mercado han transformado la forma de operar.
Los inversionistas también están mirando con atención esta evolución. El interés por desarrollos en regiones, donde los precios de la tierra son más competitivos y hay una mayor proyección de crecimiento, se ha intensificado últimamente. Esto, sumado a incentivos fiscales en ciertas zonas, está impulsando un reequilibrio del mercado.
De esta manera, el negocio inmobiliario en Chile se reinventa adoptando un enfoque más integral y consciente. Así, los actores que sepan adaptarse a estas tendencias y apostar por la innovación estarán mejor posicionados para liderar en este escenario competitivo y en constante cambio.