Por: Uwe Rohwedder, Director de Arquitectura U. Central y miembro del CPI
Los trenes urbanos e interurbanos, además de conectar a las personas de las diferentes comunidades, involucran otras nuevas oportunidades relacionadas con el desarrollo inmobiliario y, principalmente, el habitacional.
El nuevo tren Valparaíso-Santiago -el que está en fase de estudios en el Ministerio de Obras Públicas- lleva a resignificar positivamente una serie de localidades intermedias. Esto dinamiza el comercio, revitaliza a las comunidades y produce el crecimiento de la economía.
En particular, le cambiará la cara a zonas como Til-Til , comuna conocida como el “patio trasero” de la Región Metropolitana. También acarreará un impacto positivo en Llay-Llay y Limache. En paralelo, se acortarán los tiempos reales de desplazamiento y se descongestionan las carreteras.
Otro proyecto que ayuda a la conectividad es el anunciado tren rápido entre Santiago y Curicó. Una vez reparados los viaductos dañados por las últimas inundaciones llegará a Chillán. Estos trenes tienen una capacidad de 238 pasajeros sentados y tendrán dentro de su cobertura a cuatro regiones: la Metropolitana, O’Higgins, Maule y Ñuble. En pleno régimen por capacidad podrán transportar cerca de 800 mil pasajeros.
Si a estos transportes interurbanos agregamos los trenes urbanos como el Estación Central-Melipilla y el Quinta Normal- Lampa -ambos en construcción y planificación- sí podemos hablar de una extensión urbana con buena conectividad que permite condiciones de habitabilidad, en que el costo del suelo no es tan alto y surge una oportunidad de proyectos de vivienda de buena calidad, a lo largo de los trazados.
Debemos abordar la importancia de las nuevas líneas de metro 7, 8 y 9. Se empieza a apreciar un mapa importante de intermodales y terminales futuras. También muy interesante a nivel de infraestructuras por ejemplo la línea 7 que se encuentra más avanzada. Además de descongestionar los diversos trazados por medio de interesantes combinaciones.
Es muy significativo que las nuevas extensiones 2 y 3 lleguen a la Plaza Quilicura y a San Bernardo. Con las nuevas líneas también se conectan comunas casi satélites como Bajos de Mena en Puente Alto, hacia el sur y La Pintana, al poniente. Toda esta nueva trama permite una movilidad, desplazamientos seguros y finalmente bienestar a los usuarios.
Queda pendiente la posibilidad de que algún tipo de tranvía llegue al aeropuerto.
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