La empresa inmobiliaria de China mantiene una deuda de US $300 mil millones y ya inició un proceso de reestructuración que le permitirá salir de la crisis en el próximo año.
Por: Tomás Rodríguez Botto
El gigante inmobiliario chino Evergrande sigue buscando una salida a la compleja situación en la que se encuentra. La empresa inició un proceso de reestructuración donde espera que los acreedores aprueben sus propuestas y poder empezar a salir de la crisis en el 2023. Recordemos que Evergrande colapsó a finales del año pasado donde acumuló más de US $300 mil millones en obligaciones financieras, cientos de edificios residenciales en pausa y proveedores a quienes responder.
Además, su incumplimiento puso en alerta la economía China y el gobierno de Guangdong salió en su ayuda, respaldado por el gobierno central. Las autoridades chinas están tratando de deshacerse de los activos de la empresa para conseguir el mayor dinero posible, mientras se espera la reestructuración. En caso de no poder lograr los cumplimientos financieros, Evergrande incurrirá en una situación de cross-default, lo que implica que el incumplimiento con un solo acreedor será suficiente para que otros pueden solicitar que les devuelvan sus préstamos.
Es por esto que se espera que para inicios del 2023, Evergrande pueda concretar las propuestas de reestructuración. Es más, el Tribunal de Hong Kong, aplazó la petición de liquidación que presentó un acreedor extranjero en junio pasado contra la empresa, por lo que se resolverá el 20 de marzo del 2023.
Por su parte, el consejero de la inmobiliaria Shawn Siu, dijo que la decisión cumple con las expectativas de la empresa respecto a demostrar su compromiso con sus acreedores. Algo no muy alentador es que las acciones de la compañía en la bolsa de Hong Kong han perdido el 90% de su valor desde que comenzó su crisis.
Por otra parte, Evergrande ha estado tratando de vender su Centro China Evergrande, ubicado en el distrito de Wan Chai de Hong Kong que cuenta con 26 pisos. Esta venta sufrió un revés a finales del año pasado, donde existía un posible acuerdo por US $1.700 millones, el cúal no logró dar luz verde. La venta se espera que se concrete a través de un proceso de licitación y que los ingresos de la venta sean utilizados para pagar las deudas que mantiene la compañía con sus acreedores.
En cuanto al mercado inmobiliario chino, las autoridades han anunciado medidas para auxiliar al rubro. Además de una activa participación de ayuda del Banco Popular de China, Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural y la Comisión Reguladora de Bancos y Seguros de China. Las medidas de apoyo se esperan que se anuncien durante este mes de diciembre.
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