Chile sufriría un impacto negativo por el efecto derivado del daño a China, el incremento de la inflación y el alza de las tasas de interés, señala un informe de consultora Geminis.
Por Leonardo Núñez
El sector inmobiliario y de la construcción local enfrentará un problema adicional a partir de 2025 por las políticas proteccionistas que pretende implementar el nuevo Gobierno de Estados Unidos, liderado por el Presidente electo Donald Trump, en contra de los principales socios comerciales de Chile.
Así lo estima un análisis recientemente publicado por Geminis, consultora especializada en economía y finanzas.
“El efecto es negativo sobre la inversión en general, y particularmente doloroso en la actual coyuntura del sector inmobiliario y de la construcción, que sufre una de sus crisis más profundas y prolongadas de su historia”, indica el informe firmado por los economistas Alejandro Fernández, Tomás Izquierdo, Jean Paul Passicot y Guido Romo.
Los analistas estiman que el triunfo Trump, con mayoría en ambas Cámaras del Congreso, “significa un cambio relevante en el escenario geopolítico y económico global” y de ello no escapa nuestro país.
“Chile sufriría un impacto negativo, tanto por el efecto derivado del daño a China, por el mayor proteccionismo, como por el mayor costo de apalancamiento global de largo plazo”, se agrega.
Sobre esto último, el análisis sostiene que “en lo más inmediato, un alza relevante en los aranceles a productos chinos implicaría un fuerte impacto sobre el precio de dichos productos en el mercado norteamericano, lo que, dada su alta participación en la canasta de consumo, derivaría en nuevas presiones inflacionarias. Siguiendo esa línea, el espacio para bajas adicionales en la tasa de Fondos Federales por parte de la FED se restringiría, lo que tiene efectos relevantes sobre el mercado financiero global”.
En el caso de Chile, hoy se encuentra más expuesto a los vaivenes de las tasas de interés internacionales producto de que en los últimos 20 años, ha ido reduciendo significativamente su capacidad de ahorro interno, desde un promedio de 25,3 % del PIB, entre 2003 y 2010, a sólo 19 % del PIB entre 2019 y 2023.
“En definitiva, somos más dependientes del ahorro externo para financiar nuestro crecimiento, y todo indica que el costo de ese apalancamiento se encarecerá en forma más sostenida hacia delante”, afirma los analistas
Para corregir este rumbo, señalan que es necesario “despejar la multitud de factores que entrampan la inversión”, lo cual “podría despertar algún ciclo de recuperación más sostenido”.
Por último, concluye el análisis, “el nuevo escenario de inflación y alza en el tipo de cambio hace fuertemente recomendable que nuestro Banco Central haga una pausa en su camino de recortes en la Tasa de Política Monetaria”.