Alrededor de $127 mil es el monto promedio que se paga en la actualidad. Se puede bajar con tecnología y con gastos más eficientes, indican expertos del sector.
Por Leonardo Nuñez
Aunque la inflación ha tendido a moderarse en los últimos meses, el alza del costo de la vida aún se deja sentir de distintas formas. Uno de ellos es el valor de los gastos comunes en edificios y condominios. El último informe de ComunidadFeliz, que abarcó el primer trimestre de este año, da cuenta de un aumento promedio de un 7% por este ítem para los residentes que habitan este tipo de residencias.
“Alrededor de 127 mil pesos es el monto promedio que se paga en la actualidad. Las comunas de La Cisterna, de La Florida, son las que han presentado un mayor aumento”, indicó Valeria Morillo, vocera de la plataforma, al presentar los resultados.
Influye en el alza, la presión que ejerce la inflación, así como la necesidad de reforzar las medidas de seguridad, incremento de salarios del personal, los seguros y la mantención. A Álvaro Ricardi, socio fundador de SPM Administración, no le sorprenden los datos. Indica que hay motivos que explican esta “alza sostenida” de los gastos comunes y que no experimentarán “ninguna baja en el futuro”; al contrario, subirán, como ocurre con el costo de la energía eléctrica.
“Instalaciones como ascensores, sala de bombas, piscinas y sala de calderas, que representan aproximadamente el 70% del consumo de un edificio, requieren de energía eléctrica”, explica a “El Diario Inmobiliario”. A ello hay que sumar el consumo de gas. “Es una de las cuentas, si no la más cara, que sube en comparación al año pasado en cerca de un 20%. Esto hace que el costo de producir agua caliente y calefacción se incremente sin que se use más”, agrega el experto en administración.
El incremento del salario mínimo también presiona. “Subirá a $500.000 líquidos y si bien es cierto que en varios edificios no se paga el mínimo, el solo hecho de haberlo subido hace que los que estaban por sobre es cifra, hoy estén muy cerca del mínimo ´obligando’ a tener que hacer un ajuste a las administraciones”, puntualiza Ricardi. “Y, por otra parte, los edificios y condominios exigen mejoras y reparaciones continuas y todo eso sale directamente de los bolsillos de cada uno de los residentes, en resumen, está complejo el escenario para ahorrar”.
Ante este escenario, la tecnología y la eficiencia en los gastos son casi la única alternativa para contener o bajar los gastos comunes, indica el socio fundador de SPM Administración. Recomienda enfocarse en las mantenciones preventivas de las instalaciones más críticas y de mayor consumo. Por ejemplo, en el caso de las calderas se pueden buscar tecnologías más económicas, como calderas atmosféricas, y para los ascensores, se puede modernizar la electrónica. Esto permite ahorros en los peak de consumo de energía por cada partida. El sistema de la sala de bombas también se puede modernizar con un variador de frecuencia.
Desde el punto de la gestión del recurso humano, los expertos en administración recomienda que es mejor evaluar la aplicación de la jornada de las 40 horas de una vez para no seguir subiendo sueldos que terminan siendo un gasto fijo mensual más alto. O definitivamente buscar soluciones tecnológicas para el control de visitas y conserjerías remotas.
Un ejemplo de ello, son las soluciones digitales para el control de cierres perimetrales que ofrecen empresas tecnológicas de seguridad como Scharfstein, los cuales permiten monitorear en línea quién puede o no ingresar a una vivienda u oficina. Esto, sin importar el lugar geográfico donde se encuentre el titular de la propiedad, pues le llega un aviso directo al teléfono ante requerimientos de acceso.
En el caso de la gestión del recurso hídrico, ello es gravitante para edificios o condominios con grandes prados y jardines. Para ello hay distintas formas de ahorro. La arquitecta y paisajista María José Durán utilizó especies vegetales nativas o adaptadas al entorno local para el megaproyecto Alpha NeoSoho, de San Joaquín Oriente. Formado por dos torres de 11 pisos, es uno de los que actualmente considera la mayor superficie de áreas verdes destinadas a jardines sustentables en la Región Metropolitana, sumando más de 2 mil metros cuadrados.
“El uso de especies vegetales nativas o adaptadas al entorno local puede beneficiar en forma importante el paisaje, ya que estas plantas suelen ser más resistentes a las condiciones climáticas, a las plagas y enfermedades locales”, indica la experta. Asimismo, la implementación de sistemas de regadío eficientes, como el riego por goteo y la captación de agua de lluvia, ha sido una característica clave para garantizar que las plantas reciban la cantidad adecuada de agua sin desperdiciar recursos y economizando por este concepto.
Con las piscinas no se puede ahorrar mucho recurso hídrico, concluye Álvaro Ricardi, ya que para su mantención se usa agua que recircula.