Los magros números están en línea con cifras previas igual de preocupantes. En los últimos 5 años, sólo el sector de la construcción ha perdido más de 74 mil puestos de trabajo.
Por Leonardo Núñez
Las últimas cifras de desempleo informadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), correspondiente al trimestre julio-septiembre, no hicieron más que confirmar el complejo año que ha enfrentado el rubro del desarrollo inmobiliario.
Si bien el desempleo tuvo un descenso de 0,2% para el periodo analizado, llegando a un 8,7% a nivel nacional frente a igual periodo de 2023, al desmenuzar las cifras por área el panorama no es muy alentador para el sector.
En los últimos doce meses, el ascenso de la población ocupada (2,4%) se fundamentó por comercio (2,7%), enseñanza (5,3%) y alojamiento y servicio de comidas (5,4%).
Por el contrario, los principales descensos se presentaron en industria manufacturera (-1,2%) y actividades artísticas (-5,4%). En el caso de las actividades inmobiliarias, la caída fue más profunda: el informe registró un descenso de -9,2%.
Esta medición abarca todas las transacciones y operaciones relacionadas con bienes raíces, incluyendo la compra, venta, arrendamiento y desarrollo de propiedades, por lo cual el impacto del desempleo está alcanzando a toda la cadena productiva del rubro.
Los magros números están en línea con cifras previas igual de preocupantes. Según datos de la Cámara Chilena de la Construcción, a agosto de este año existían 729 mil empleados en el rubro, una cifra significativamente menor a la de años anteriores.
En noviembre de 2019, por ejemplo, la industria alcanzó un peak de 803 mil trabajadores, lo que refleja una pérdida de más de 74 mil puestos de trabajo en los últimos 5 años.
Y este fenómeno no solo ha afectado a pequeñas y medianas empresas. Las grandes compañías también han tenido que realizar importantes recortes de personal, y en algunos casos alcanzó hasta el 75% de la dotación.
Un ejemplo de aquello es Moller & Pérez Cotapos. Según reporte de DF, debido a los efectos de la crisis, la empresa postergó el inicio de nuevos proyectos y la readecuación de su planta laboral, que entre 2019 y 2023 bajó de 3.257 a 818 colaboradores (un 75% menos), afectando principalmente al área de construcción.