
Por: Francisco Recabarren, Gerente General de Hogarízate.
Hace un par de semanas se aprobó en el Congreso la creación del Registro de Deuda Consolidada. En términos simples, se trata de un catastro oficial de acceso público, que integrará información de diversas fuentes sobre deudas pagadas o en mora, tanto de personas como de empresas, y que estará bajo el alero de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La iniciativa tiene interesantes alcances. Por un lado, permitirá a la industria contar con información fresca y confiable sobre buenos pagadores, es decir, aquellos que han podido cumplir con sus compromisos financieros a tiempo, lo que abre la posibilidad de que la industria premie y construya productos más convenientes para ellos.
Hablamos desde mejores tasas de interés, hasta alternativas de financiamiento más flexibles para un sinnúmero de situaciones. A la larga, un incentivo a la sana competencia que facilitará a muchas personas, familias y emprendedores hacer realidad sus proyectos, ya sea la casa propia o el desarrollo de un nuevo negocio.
Se trata de una oportunidad no menor, ya que incorpora información de nuevos agentes de créditos al sistema que comenzará a operar en abril de 2026, para que todas las empresas e instituciones que prestan dinero, incluyendo a Fintech, Proptech, administradores de mutuos hipotecarios, cooperativas y cajas de compensación, puedan ingresar los datos de pagadores y deudores. En pocas palabras: todos los actores podrán contar con información equitativa para desarrollar sus productos.
Este registro se distancia enormemente de las herramientas activas en la actualidad, como los boletines comerciales de acceso pagado que solo informan deudas morosas. Además de todo lo anterior, el Registro de Deuda Consolidada alberga una tercera virtud: contribuir a reducir el sobreendeudamiento de los chilenos. Los diversos actores podrán acceder al historial crediticio de sus potenciales clientes y atenderlos mejor, de acuerdo a sus necesidades y capacidad de pago.
En resumen, el Registro de Deuda Consolidada será un aporte para la buena salud de la economía, el bienestar financiero de las personas y generará mejores oportunidades para todos. Con el registro funcionando a velocidad crucero, ya será resorte de las empresas emergentes adecuarse rápido al nuevo escenario que la herramienta propone y traspasar de alguna forma este avance a sus clientes.