Por: Francisco Urrutia, Gerente general de BBL.
En un país donde la búsqueda de tranquilidad y oportunidades de inversión crece diariamente, el sur de Chile se posiciona como un destino clave para quienes desean diversificar su capital y mejorar su calidad de vida. En los últimos años, la adquisición de parcelas ha experimentado un auge significativo, impulsado por factores como la crisis habitacional y la necesidad de mayor contacto con la naturaleza.
Según un estudio del Servicio de Impuestos Internos (SII), las parcelas con un rol asignado en el sur del país aumentaron un 26,4% entre 2020 y 2021, pasando de 50.289 a 63558 unidades. Este fenómeno no solo refleja el interés de las familias por establecerse en entornos más tranquilos, sino que también abre nuevas oportunidades para inversionistas estratégicos que buscan activos con alta proyección de valorización.
Más allá de la posibilidad de construir una vida rodeada de naturaleza, las parcelas en el sur representan una inversión inteligente. Debido a que adquirir terrenos en desarrollo permite comprarlos a menor costo, distribuir los gatos en el tiempo y beneficios del aumento de valor a medida que las zonas se consolidan. Este modelo no solo facilita el acceso a la propiedad, sino que también ofrece ventajas competitivas en términos de plusvalía y liquidez.
No obstante, como en toda inversión inmobiliaria, la seguridad jurídica y la transparencia son aspectos fundamentales. La experiencia reciente ha demostrado la importancia de trabajar con operadores confiables que garanticen un proceso seguro, desde la gestión de trámites hasta el acompañamiento personalizado.
En este contexto, el sur de Chile sigue destacando como un destino ideal para quienes buscan estabilidad financiera y bienestar.