Por: Álvaro Ricardi Mac-Evoy, Socio Fundador SPM Administración, Organizador y Director de ExpoCondominios y Advisor de Tecnología para la Copropiedad.
En Chile en los últimos 15 años se han promulgado aproximadamente entre 12 a 15 leyes nombradas en memoria de personas víctimas o mártires de hechos violentos, no deja de llamar la atención como la sociedad, espera tanto para actuar sobre hechos tan graves que vemos día a día y tengamos que honrar la memoria de quienes no pudimos ayudar a tiempo.
Es por eso que hoy los gremios que representan el rubro de la administración se han unido para crear “El día del Administrador y Administradora”, y que coincide con la fecha de entrada en vigencia del Registro Nacional de Administradores, pero el trasfondo real y lamentable a su vez, es conmemorar a nuestra colega Rosita Herrera Cienfuegos, administradora que fue asesinada por el mayordomo Óscar Agurto al haberlo encarado por el robo de las expensas de gastos comunes del Portal Lyon.
Siento que el objetivo es visibilizar la exposición que tenemos quienes trabajamos en esta profesión ante distintas situaciones agresivas que vivimos día a día, por parte de algunos de nuestros “comuneros” que nos traspasan sus problemas personales y de convivencia exigiéndonos soluciones que están, muchas veces, fuera de nuestro alcance o responsabilidad. ¿Las consecuencias? Muy graves. Todo puede terminar con perder un trabajo y/o hasta la violencia física, como fue el caso de la administradora Silvana Castillo, quien fue brutalmente agredida por un residente.
La Ley Karin, otra ley en “honor” a una víctima, vino a regular y proteger de distintos tipos de agresiones y hostigamiento a los empleados de una organización, pero no nos ampara en absoluto de cara a las comunidades, dado nuestra relación de prestadores de servicios.
El Registro Nacional de Administradores, además de dejar tremendas sanciones en caso de incumplimiento, también expone al público todos nuestros datos personales y de libre acceso a quienes lo requieran, situación que ha sido expuesta por los gremios, buscando una solución a la privacidad e integridad de nuestra información, pero que a la fecha no ha sido considerada.
Es cierto que cada vez nos vemos expuestos a más atención por la facilidad de registrar y hacer pública malas prácticas que siguen dañando considerablemente este rubro, pero en nosotros está comenzar a filtrar y ordenar la casa, aislando a estos malos elementos y el espíritu del RNA es proteger a las comunidades cuando vayan a contratar algún servicio de Administración, bien por eso, pero ¿quien se hace cargo de educar al organismo clave de esta estructura que es el Comité de Administración?
La idea tampoco es ser injustos con quienes voluntariamente se ofrecen para liderar su comunidad, pero no puede recaer en los administradores y administradoras la educación de este organismo, ni de cómo estructurarlo, al final en ninguna empresa es rol del gerente enseñarle a su directorio como debe operar, eso siempre ha sido rol de la junta de accionistas (asamblea).
En resumidas cuentas, vuelvo a tocar el tema que las entidades gubernamentales están muy al debe con la capacitación y regulación de la vida en Comunidad que pese a ser entes privados, es donde más se concentra la población chilena y desde mi punto de vista, es donde podemos hacer muchísimas mejoras e intervenciones a nivel sociológico para aportar mejores individuos a nuestra sociedad.
La vida en comunidad es compleja, los límites, derechos y obligaciones se desdibujan sobre el interés personal y esa sensación de que “es mi casa y puedo hacer lo que quiero”, con una sociedad individualista que vive en comunidad, no prosperará si no apoyamos a quienes las dirigen y están a cargo de la toma de decisiones.
Lamentablemente en estos escuetos 18 años administrando no he conocido una persona que haya tenido una buena experiencia en la compra y entrega de su primera vivienda, y eso se comienza a instalar en la memoria de ese individuo que transmitirá a la largo de su vida.
Debe haber un rol de acompañamiento más allá de los plazos legales para responder por la garantía de su producto, la experiencia cliente debe ser continua y acorde al proyecto que diseñaron, al final un cliente feliz en todo sentido será tu mejor referido.
Por último, protejamos y honremos en vida. Todos los trabajos deben tener las garantías de estar seguros y ser respetados, no estaremos exentos de malos tratos pero al menos, habrá un organismo que regule y nos proteja. Así es que, mis mejores deseos para la familia de Rosita, Silvana y para todos quienes hayan pasado por una situación similar.
