“Las minibodegas ofrecen contratos con renovación mensual, lo que permite entrar y salir de un mes a otro y la posibilidad de crecer o achicarse en base a requerimientos del mes a mes”, señaló Benjamin Matthews, subgerente comercial de Mibodega.
Por: Tomás Rodríguez Botto
El mercado de las minibodegas ha experimentado un crecimiento sostenido este año, impulsado por la reducción de espacios y el incremento en los costos inmobiliarios en las ciudades. Este tipo de bodegas ofrecen un espacio seguro, en ubicaciones estratégicas al interior de la ciudad, y con fácil accesibilidad para almacenar tanto artículos para los negocios, como para cosas personales.
En ese sentido, Benjamin Matthews, subgerente comercial de Mibodega, señaló que este año la demanda ha aumentado levemente respecto al año anterior cerrando el primer semestre con absorción positiva, “sin embargo ha habido entrada de nuevos m2, aumentando fuertemente la oferta y en consecuencia la vacancia. Con respecto a los precios hemos visto un aumento con respecto al semestre anterior, donde el sector oriente sigue liderando en tarifas”, agregó Matthews.
Otro aspecto a considerar de las minibodegas es la flexibilidad en los plazos de arriendo, así como la variedad de tamaños disponibles, lo que permite a los clientes encontrar la opción ideal según sus necesidades.
En cuanto al uso que tienen las minibodegas, Arie Rezepka Fundador de AkiKB Minibodegas, comentó que “actualmente contamos con un 60% de personas que guardan sus pertenencias y un 40% de pymes que manejan su stock y logística desde nuestras bodegas”.
En tanto, los tamaños van desde 1 m2 y los precios varían dependiendo de la zona, el tamaño, y la ubicación al interior del centro. Últimos estudios de mercados muestran que al cierre del primer semestre de 2024, el precio promedio en la Región Metropolitana es de 0,43 UF m2.