
Colombianos, argentinos, brasileños y chilenos lideran el auge de compras en una ciudad que hoy simboliza seguridad patrimonial.
Por Leonardo Núñez
Miami volvió a ocupar el primer lugar entre los destinos inmobiliarios más atractivos para los inversionistas latinoamericanos.
En medio de un contexto económico incierto, marcado por la inflación, la devaluación de monedas y la inestabilidad política en varios países de la región, la ciudad estadounidense se consolidó como un refugio de capitales y centro global del real estate de lujo.
Según un reciente informe de Portafolio, la inversión colombiana en viviendas en Miami se disparó durante 2025, impulsada por la búsqueda de seguridad y valorización estable en dólares.
La tendencia no es aislada: argentinos, brasileños y chilenos también están diversificando su patrimonio hacia el sur de Florida, donde los precios, la infraestructura y la rentabilidad se han mantenido sólidos incluso en ciclos de ajuste monetario.
“Miami ofrece lo que muchos mercados latinoamericanos no pueden garantizar hoy: certeza jurídica, estabilidad cambiaria y rentabilidad en moneda dura”, explicó la asesora inmobiliaria colombiana Ana María Serrano, quien maneja una cartera de propiedades en el condado de Miami-Dade. “Además, el mercado local mantiene una demanda de arriendo en alza, lo que asegura flujos constantes para los inversionistas”.
Los datos son elocuentes. Según la Miami Association of Realtors, los compradores extranjeros representan el 86 % de las adquisiciones de viviendas nuevas en Florida, y dentro de ese grupo, los argentinos encabezan el ranking con cerca del 21 % del total, seguidos por colombianos (8 %), brasileños (6 %) y chilenos (3 %), que han incrementado su presencia en el segmento de renta residencial y de segunda vivienda.
En el caso de Chile, la tendencia se explica por el tipo de cambio favorable y las restricciones locales al crédito hipotecario, que empujan a los inversionistas a mirar opciones en el extranjero.
Miami combina dos factores que resultan irresistibles para los inversionistas de la región: un sistema tributario favorable y una economía dolarizada. Florida no tiene impuesto estatal sobre la renta, lo que mejora el rendimiento neto de los arriendos, y permite que los propietarios estructuren sus inversiones a través de sociedades LLC, que ofrecen ventajas patrimoniales y sucesorias.
A ello se suma una política urbana de alta densidad y proyectos icónicos —como Aston Martin Residences, Elysee Edgewater o The Waldorf Astoria Miami— que elevan la categoría de la ciudad al nivel de mercados globales como Nueva York o Dubái.
Dato: El retorno promedio por arriendo anual en Miami oscila entre 4 % y 7 %, dependiendo de la ubicación y el tipo de inmueble. En zonas premium como Coconut Grove o Sunny Isles Beach, los precios superan los US$10.000 por m², mientras que en barrios emergentes como Little River o Allapattah el valor ronda los US$4.500 por m², con una fuerte proyección de valorización a mediano plazo.