Se estima que en el Gran Santiago en la última década aumentó un 208% el valor del suelo, llegando a tener actualmente un precio de 58,5 UF el valor metro cuadrado.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Una de las grandes preocupaciones por parte de los especialistas, es la escasez de suelos para poder construir viviendas sociales e ir en ayuda de las 650 mil familias que se encuentran en déficit habitacional.
Un estudio de Toctoc.com señala que en la última década el valor del suelo en el Gran Santiago aumentó un 208% su valor, donde destacan Ñuñoa y Providencia como las comunas con el mayor consumo de suelo, mientras que Lo Barnechea, Vitacura y Las Condes, presentan los mayores aumentos de precios en la región, pero, ¿será entonces la problemática de conseguir un terreno hoy la mayor piedra de tope para paliar el déficit habitacional?
Debemos entender primero, cómo ha subido el valor de los terrenos y cuáles son los parámetros para la adquisición de estos, con el objetivo de sopesar las posibles soluciones. Así, el precio promedio de metro cuadrado que hoy en día es de 58,5 UF ha subido 40,1 UF/m2 en 12 años, este precio está determinado por la ubicación, la conexión vial, la cantidad de servicios que cuenta el lugar, el entorno y el Plano Regulador Municipal vigente.
En relación a la escasez de suelos una de las soluciones que ha encontrado el Estado para ayudar a las familias que se encuentren en situación de déficit habitacional, fue la creación del banco de suelo, gestión desarrollada por el Ministerio de Vivienda y de Bienes Nacionales.
La demanda por viviendas sociales es un desafío que el Gobierno tiene presente, la necesidad de gestión de suelo es relevante a la hora de poder lograr el desafío. De acuerdo a las proyecciones de la demanda habitacional, si se toman las proyecciones del INE sobre nuevas familias al 2030, el Estado deberá generar 1.326.619 soluciones habitacionales con un plazo máximo al año 2030.
En cuanto a la cantidad de terrenos disponibles, actualmente existen un total de 952 terrenos y 2.404 hectáreas con proyectos asociados, de las cuales 1.700 hectáreas corresponden a terrenos con vivienda en ejecución y 704 a terrenos de propiedad Serviu o Bienes Nacionales. De esta última el Minvu estima que 209 hectáreas se podrían habilitar, pero es necesario ejecutar obras previas de factibilización técnica y normativa.
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