Ante la falta de acuerdo político por la reforma al sistema previsional y la situación económica, crecen las voces de apoyo ante un 7° proyecto de retiro desde los fondos de pensiones (tres de ellos se aprobaron en el pasado).
Por Leonardo Nuñez
A sólo un mes de entrar de lleno en la campaña electoral municipal y de gobernadores (el 27 de julio son las inscripciones oficiales de candidatos), el “fantasma” del avance en el Parlamento de un nuevo retiro de fondos de pensiones empieza a generar ruido entre distintos analistas económicos.
Los efectos de los más de US$50 mil millones que salieron de los fondos de pensiones a través de los retiros previos, aún se sienten en los índices que miden el estado de la economía. “Causaron un grave daño a la profundidad de nuestro mercado de capitales, exponiendo más a las tasas locales (sobre todo los bonos de largo plazo) a los vaivenes externos”, ha advertido en distintos análisis Natalia Aránguiz, socia y gerenta de estudios de Aurea Group.
Hay varios factores en desarrollo que podría desembocar en la votación de un 7° proyecto de retiro (se han aprobado tres de ellos en el pasado). Concluido el período de un año de veda constitucional que impedía nuevas presentaciones de iniciativas de Ley para lograr giros previsionales, ya están listas para iniciar su trámite en el Congreso cinco de estas mociones de origen parlamentario. Y que necesariamente requieren de cambios a la Constitución para sortear la facultad exclusiva que tiene el Presidente en materias de seguridad social.
Al ya mencionado ciclo electoral (también varios parlamentarios se presentan a reelección el próximo año), otros factores que se suman a un eventual apoyo son la falta de acuerdo entre las distintas fuerzas políticas para aprobar una reforma al sistema de pensiones; y el estado actual de la economía, que registra un índice de desempleo de 8,7% a nivel nacional y con un mercado laboral con alta informalidad.
De prosperar el nuevo retiro, se verían afectadas la inflación, el financiamiento a largo y, por consiguiente, el acceso a los créditos hipotecarios. Al consolidar el ahorro obligatorio para pensión e invertirlo para buscar retornos, las AFP contribuyeron a ampliar el mercado de capitales local, que es donde interactúan los poseedores de dinero y quienes buscan financiamiento. Ello permite que bancos y entidades financieras pueden ofrecer créditos a empresas y personas, incluso para proyectos de largo plazo. Pero esto empezó cambiar a partir del primer retiro que comenzó a regir en julio de 2020.
Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers, señaló a El Diario Inmobiliario que “el retiro de fondos de pensiones ha debilitado sensiblemente la capacidad e interés del sector financiero invertir en créditos de largo plazo”.
Junto con la liberación de suelo urbano, de muy buena conectividad y acceso al Metro, para el desarrollo de proyectos inmobiliarios, el ejecutivo agregó que una mayor disponibilidad crediticia y a menores tasas es relevante para revitalizar las ventas del sector inmobiliario: “Determinante en la evolución de ventas es la disponibilidad y costo de los créditos hipotecarios a 20 y particularmente a 30 años, porque se generan dividendos menores en un contexto de ingresos personales con muy poco crecimiento real”.
Por su parte, el economista jefe de Coopeuch, Felipe Ramírez, ha recordado que los retiros de fondos de pensiones, además de otros factores, han llevado a que las tasas de los bonos de más larga duración dependan con mayor fuerza de elementos externos. Y, dado que los elementos foráneos no han permitido que bajen, el alivio en las tasas hipotecarias en Chile también se estarían frenando. Hoy, de acuerdo al último informe del Banco Central, las tasas de interés para créditos de vivienda promedian 4,95%, su menor nivel desde la primera semana de mayo de este año (4,85%). Pese a la baja, están lejos de sus mínimos históricos, cuando en octubre y noviembre de 2019 registraron 1,99%.
Desde el Gobierno, el más taxativo sobre el “fantasma” que asoma desde el Parlamento ha sido el ministro de Hacienda, Mario Marcel: “Los retiros son tremendamente dañinos y en el contexto actual, un retiro básicamente sería dinamitar la recuperación que está teniendo la economía”.