
Alcaldes de Roma, Barcelona y París reclaman un fondo estructural dotado de miles de millones de euros para abordar los déficits estructurales del parque residencial.
Por Leonardo Núñez
Varios alcaldes de grandes ciudades están instando a la Unión Europea a aumentar los recursos destinados a vivienda asequible, ante una crisis habitacional creciente que amenaza la cohesión social.
Según la publicación en Idealista, estos mandatarios reclaman un fondo estructural dotado de miles de millones de euros para abordar los déficits estructurales del parque residencial.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, respaldó la iniciativa tras reunirse con la alianza “Mayors for Housing”, que agrupa alcaldes de ciudades como Roma, Barcelona y París.
En su declaración a la prensa, enfatizó que Europa enfrenta una “crisis multinivel” de vivienda: afecta a personas sin hogar, a hogares de menores ingresos, a la clase media y especialmente a los jóvenes. Costa llamó a la cooperación entre las ciudades, los gobiernos nacionales y la Comisión Europea para hallar soluciones estructurales.
Los alcaldes demandan la creación de un Fondo Europeo de Vivienda Asequible de €300.000 millones anuales, usando instrumentos como subvenciones, préstamos blandos y una activación de fondos no ejecutados del programa Next Generation UE. Asimismo, plantean que los municipios accedan directamente a esos recursos, sin depender únicamente del traspaso desde los Estados.
¿Por qué es urgente este reclamo? Europa atraviesa una situación crítica: los precios de compraventa han subido en promedio 48 % en la última década, mientras los arriendos se incrementaron con fuerza. Muchos ciudadanos destinan más del 40 % de sus ingresos al costo de vivienda.
Además, una gran parte del parque inmobiliario europeo fue construido antes de 1980 y requiere renovación profunda. Los costos energéticos, regulaciones más exigentes y estándares de eficiencia encarecen las obras de rehabilitación.
La contracción de permisos de edificación también agrava el problema: en varios países, los permisos han caído más del 20 % en los últimos cinco años, dificultando la expansión de la oferta residencial.
Frente a este escenario, los alcaldes europeos buscan que la UE asuma un rol financiero estratégico, transformando la vivienda asequible en una prioridad paneuropea. Solo con un impulso económico estructural podrán contrarrestar las inequidades crecientes que genera el mercado inmobiliario actual.