Expertos advierten que un movimiento coordinado de venta de estos activos por parte de países afectados por las políticas económicas de Trump, encarecería el financiamiento para la vivienda.
Por Leonardo Núñez
La intensificación de la guerra comercial impulsada por las políticas arancelarias del Presidente Donald Trump podría generar consecuencias inesperadas en el mercado inmobiliario estadounidense.
Los expertos advierten que una eventual venta masiva de bonos del Tesoro de Estados Unidos por parte de grandes tenedores extranjeros, como China, Japón y Canadá, podría provocar un fuerte aumento en el precio de las hipotecas.
Durante esta semana, estos préstamos han mostrado un incremento significativo impulsado por una acelerada venta de dichos bonos a 10 años por parte de los inversores. Cualquier presión sobre su precio se traduce directamente en mayores costos para los compradores de viviendas.
La inquietud crece ante la posibilidad de que países extranjeros estén reduciendo sus posiciones en bonos del Tesoro como represalia por el nuevo plan arancelario del Gobierno de Estados Unidos. Según analistas, esta estrategia podría ser utilizada como una forma de presionar a la Casa Blanca en un momento clave para las relaciones comerciales internacionales.
Sin embargo, el escenario podría tornarse aún más preocupante. Si China, que también posee una considerable cantidad de valores respaldados por hipotecas de agencia (MBS, por sus siglas en inglés), decidiera vender estos activos, el impacto en el mercado hipotecario sería aún más profundo.
“Si China quisiera golpearnos con dureza, podría deshacerse de los bonos del Tesoro. ¿Es una amenaza? Claro que sí”, advirtió a la CNBC Guy Cecala, presidente ejecutivo de Inside Mortgage Finance. “Van a buscar palancas e intentar presionar. Apuntar a la vivienda y a las tasas hipotecarias es un poderoso incentivo para hacer algo así”, agregó.
Eric Hagen, analista hipotecario de BTIG, advirtió en el mismo medio que una venta masiva de valores respaldados por hipotecas estadounidenses por parte de China u otros países podría asustar a los inversores y aumentar los diferenciales hipotecarios, lo que resultaría en tasas aún más altas.
A finales de enero, los países extranjeros mantenían en su poder MBS estadounidenses por un valor de US$ 1,32 billones, lo que representa cerca del 15% del total en circulación, según datos de Ginnie Mae. Entre los principales tenedores figuran Japón, China, Taiwán y Canadá, todos actores estratégicos en la actual tensión comercial.
Un movimiento coordinado de venta de estos activos no solo presionaría las tasas hipotecarias al alza, encareciendo el financiamiento para millones de estadounidenses, sino que también podría desestabilizar el mercado inmobiliario justo al inicio de la crucial temporada de primavera (en EE.UU)., cuando tradicionalmente aumentan las operaciones de compra-venta de viviendas.