Son varias las alternativas existentes para postular a estos beneficios. Por ello es clave informarse para no quedar fuera del proceso.
Por Leonardo Núñez
En tiempos en que el acceso al financiamiento hipotecario privado sigue restringido, la posibilidad de acceder a un subsidio habitacional se convierte en una gran oportunidad para convertirse en propietario. Por ello es relevante informase sobre las fechas de postulación para acceder a este financiamiento estatal, ya sea para adquirir o construir una vivienda.
Pero antes, debes saber que a través de una serie de factores se otorgan puntaje a quienes participan de un proceso para acceder a un beneficio habitacional. Para ello se toman en cuenta las características familiares, habitacionales, el ahorro y las veces que las personas han postulado.
Luego, se suman todos los puntajes obteniendo una puntuación final por cada aspirante. Estos puntajes se ordenan de mayor a menor y se comienza a otorgar subsidios desde el ás alto en la clasificación hacia abajo, hasta que se agotan los recursos económicos destinados para este proceso.
Los factores de puntaje abarcan cuatro áreas:
Grupo familiar: considera la cantidad de integrantes; edad de las personas; características de la jefatura de hogar; situación de discapacidad; personas mayores de 60 años de edad u otras situaciones especiales.
Vulnerabilidad habitacional: Hacinamiento; tipo de vivienda; distribución de agua y sistema de baño.
Ahorro: A modo de reconocer el esfuerzo de las familias para la postulación a un subsidio, aumenta las posibilidades la cantidad, permanencia, constancia y antigüedad en la cuenta de ahorro para la vivienda.
Y, por último, la antigüedad en la postulación: considera las veces que ha postulado a un subsidio.
Respecto de las fechas, para este 2025 ya están fijadas. Hay algunas ayudas que son utilizadas con dos fines: compra de casa o departamento o construcción de vivienda.
Subsidio DS1: Se trata de una ayuda para la compra de una casa o departamento, o la construcción de un hogar en sitio propio. Dependiendo del nivel de vulnerabilidad socioeconómica —en el Registro Social de Hogares (RSH)—, los postulantes pueden acceder a uno de los tres tramos del beneficio, los que se distinguen en la cantidad de UF que se entrega.
Subsidio DS49: Permite que las familias que formen parte de hasta el 40% más vulnerable de la población, puedan comprar una vivienda nueva o usada, en sectores rurales o urbanos, sin tener que pedir un crédito hipotecario.
En este caso, las postulaciones individuales están fijadas para la primera semana de agosto. Son cuatro alternativas: Construcción en nuevos terrenos (solo colectivas); proyectos habitacionales que tienen entre 10 y 160 viviendas; Pequeño Condominio (solo colectivas); Construcción en sitio propio; Densificación predial; construcción de una o más viviendas en un terreno donde ya existe una o más propiedades.
El Subsidio de arriendo es otra de las opciones. Contempla un aporte estatal mensual para complementar el pago de la renta que hacen las familias. Abre postulaciones en junio. Una última ayuda es el Programa de habitabilidad rural. Los llamados son marzo en septiembre.