
Por: Carlos Balart, CEO Miaminmobiliario y especialista en desarrollo de nuevos proyectos en Fortune International Group (FIG).
Sin dudas, la pandemia redefinió el concepto y estándar de una propiedad de alta gama, fue necesario repensar la funcionalidad de los espacios para lograr mayor confort en a la nueva realidad que nos tocó vivir, y esto post crisis sanitaria, se traspasó a los edificios incorporando el concepto del lujo.
La tendencia de construir edificios con marcas de lujo es un fenómeno en ascenso que redefine el paisaje urbano y la experiencia de vivir en las ciudades. La presencia de marcas de renombre como Pagani, Porsche o Armani no sólo añade un toque de distinción, sino que también crea un atractivo único para compradores internacionales.
El proyecto de Pagani Residences en Miami, es un claro ejemplo de esta tendencia. Con solo 70 unidades, cada una diseñada con meticuloso cuidado y atención a los detalles, este desarrollo encarna el espíritu de la búsqueda por la exclusividad.
Esta tendencia también se observa en Latinoamérica, donde ciudades como México, Brasil y Argentina han adoptado proyectos con marcas de lujo como SLS o Versace Home. Esta expansión demuestra el potencial de crecimiento y la demanda de viviendas exclusivas en la región.
La estrategia de utilizar marcas de renombre para nombrar y tematizar edificios no es nueva, pero su efectividad es innegable. Al asociarse con marcas como Ritz-Carlton o St Regis, los desarrolladores elevan el estatus del edificio a nuevos niveles de prestigio y exclusividad, atrayendo a compradores exigentes.
La asociación con marcas de lujo de hopitality como Ritz-Carlton también garantiza un nivel de excelencia en sus servicios. El personal a cargo viene de alguno de sus hoteles en alguna parte del mundo, con otro nivel de estándar en servicio, así estos edificios ofrecen una experiencia de vida como si vivieran en un hotel 5 estrellas.
Es crucial que el desarrollo urbano de lujo vaya de la mano con la sostenibilidad, asegurando que todos los ciudadanos se beneficien del progreso urbano. En última instancia, la tendencia de construir edificios con marcas de lujo refleja nuestra búsqueda colectiva de belleza, comodidad y prestigio en el entorno urbano.
Pero como sociedad, debemos asegurarnos de que este lujo no sea solo una expresión de opulencia superficial, sino un compromiso genuino con la creación de comunidades inclusivas y sostenibles donde todos puedan prosperar.