La Cámara Chilena de la Construcción ha expresado su profunda preocupación por el proyecto de Presupuesto 2026, y es que el recorte en recursos para nuevas licitaciones, podría afectar directamente el desarrollo de infraestructura y proyectos públicos en el país. Una alerta que da cuenta de que esta reducción en inversión pública, tendrá consecuencias graves para la economía y el empleo en el sector.

La reducción en inversión pública se estima en un 12,5% en comparación con el año anterior. Esta cifra es significativa y podría afectar la reactivación económica del país. Por lo que es evidente la preocupación de los diferentes actores como la Cámara, que ha sido enfática en señalar que la inversión en infraestructura es crucial para el desarrollo del país.

Un ejemplo claro es la Región de O’Higgins, una de las más afectadas por la reducción en inversión pública. La falta de recursos para obras nuevas podría generar un riesgo real de paralización o retraso de proyectos en ejecución. Esto afectaría directamente al empleo y al desarrollo regional.

“Sobre advertencia no hay engaño”, dicen, puesto que falta de transparencia en cuanto a las deudas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo con contratistas sigue siendo una deuda de la cartera. Esta falta de información genera incertidumbre sobre la dinámica de la construcción de viviendas con subsidio el próximo año y el Gobierno estaría entregando una economía con menor inversión pública y privada, lo repercutirá con consecuencias negativas en el crecimiento económico y la generación de empleo.

La próxima administración enfrentará desafíos significativos para abordar los problemas que enfrenta el sector. Es importante que se busquen soluciones para asegurar un futuro próspero para el país, como priorizar la inversión en infraestructura para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo.

En definitiva, el proyecto de Presupuesto 2026 cierra con oídos sordos los llamados constantes de los actores influyentes en el rubro, sin sopesar las consecuencias graves para la economía y el empleo de todo el país. Es fundamental que se priorice la inversión en infraestructura y se busquen soluciones para los desafíos que enfrenta el sector. De esta manera, se puede asegurar un futuro próspero para el país y sus habitantes.