Por: Alejandra Lutfy Pérez | Ingeniera en Construcción | Magister en Ingeniería Industrial y Sistemas | Diploma en Dirección de Empresas | Presidenta Corporación Mujeres en Construcción – MUCC | Gerenta en Gestión de Procesos y Sistemas | Académica Magister en Gestión de la Construcción.
El sector de la construcción es crucial dentro de la cadena de valor de la industria minera, ya que abarca la planificación, diseño, construcción y mantenimiento de las instalaciones mineras, incluyendo la infraestructura de apoyo como plantas de procesamiento, instalaciones de manejo de desechos y sistemas de transporte, siendo fundamental no sólo para la creación de nuevas instalaciones, sino también, para la expansión y modernización de las existentes, aspectos clave en la estrategia de crecimiento y sostenibilidad a largo plazo de la industria.
En el último mes se han anunciado grandes inversiones en la industria minera en Chile. Analizando el estudio de fuerza laboral de la Gran Minería Chilena 2023-2032, se visualiza un incremento significativo en la demanda de capital humano especializado, incluido el sector de la construcción.
Con una proyección de más de 34 mil nuevos trabajadores necesarios para cubrir las expansiones y nuevos proyectos mineros hacia 2032, las empresas de ingeniería y construcción, se presentan como actores críticos para asegurar que estos proyectos se lleven a cabo dentro de los plazos y con la calidad especificada. Esto representa un gran desafío para todas las constructoras chilenas y para los profesionales de la industria.
Por otro lado, el papel de la construcción en la sostenibilidad del sector es clave. Las decisiones que se toman durante la fase de construcción—en términos de materiales, diseño de infraestructura y eficiencia energética—tienen un impacto directo en el desempeño ambiental de las operaciones mineras.
Tal como son los aportes de las constructoras en la ejecución de proyectos EPC (Engineering, Procurement, and Construction). Estas empresas son actores estratégicos, ya que gestionan de manera integral el diseño, la adquisición de equipos y materiales, la construcción y la puesta en marcha. Además, pueden aportar a las futuras instalaciones mineras en varios aspectos:
Asimismo, la eficiencia en la ejecución de proyectos. Las empresas EPC tienen la capacidad de optimizar la ejecución mediante la integración de todas las fases del ciclo de vida del proyecto, desde la ingeniería hasta la construcción. Esto permite reducir tiempos y costos, lo cual es crucial en un entorno donde las presiones sobre el presupuesto y los plazos son constantes.
Innovación tecnológica. Las empresas EPC están en una posición ideal para introducir y aplicar nuevas tecnologías en las construcciones mineras. Estas pueden incluir construcción modular, industrialización y herramientas digitales, que permiten una planificación y gestión más eficientes. Lo anterior, no solo mejora la eficiencia, sino que también contribuye a la sostenibilidad del proyecto.
Sostenibilidad y cumplimiento normativo. El enfoque integral de proyectos EPC permite asegurar que los proyectos cumplan con las normativas ambientales desde las primeras fases del diseño. Además, se pueden implementar soluciones innovadoras que minimicen el impacto ambiental, como el uso de materiales sostenibles, la reducción de residuos y la optimización del uso de recursos hídricos y energéticos.
Desde el desarrollo de talento. Las empresas EPC, también pueden contribuir al desarrollo de capital humano en el sector mediante transferencia de conocimientos.
En un contexto donde la industria minera enfrenta desafíos cada vez más complejos, contar profesionales que hagan la diferencia y con competencias sólidas en el sector de la construcción es fundamental para asegurar el éxito de los proyectos.
Invertir en equipos de trabajo altamente calificados y en empresas con experiencia comprobada no solo garantiza la eficiencia y calidad de las obras, sino que también contribuye a la sostenibilidad y al cumplimiento normativo, aspectos clave para el futuro de la minería.