En zonas del sector oriente hay saltos en el costo de este impuesto que superan el 100% en los últimos cuatro años, indica estudio de BMI Servicios Inmobiliarios.
Por Leonardo Nuñez
El pasado 1 de julio venció el plazo para pagar la segunda cuota de las contribuciones de este año. Tamara Espinoza (45) pasó varios meses ahorrando para ayudar a su familia a pagar los $660 mil que le correspondía cancelar por la propiedad, una casa patrimonial de Calle Serrano, ubicada en Santiago centro, que hoy luce enrejada y con cámaras en los patios para evitar los robos en el barrio.
“La casa fue construida en 1930 y mis abuelos pasaron toda su vida trabajando para pagarla. Hace 7 años pagábamos 150 mil pesos cada 3 meses en contribuciones, pero no han dejado de subir desde entonces y hoy ya vamos en cuatro cuotas de 660 mil pesos. Son 2.640.000 pesos por año y no podemos optar a ningún beneficio porque tiene un avalúo fiscal muy alto”, relata a nuestro medio.
En los últimos años de vida de su abuela, quien falleció este año, Tamara cuenta que debieron arrendar un departamento interior de la casa para pagar las contribuciones. Y como es una propiedad antigua, con un estilo de época, también han optado por arrendarla para filmar películas y comerciales.
Todo con tal de no atrasarse en las cuotas correspondiente a este impuesto patrimonial sobre los bienes raíces y que se aplica tanto a propiedades agrícolas como no agrícolas. “Si no pagas, corres el riesgo de que la propiedad se vaya remate”, agrega Tamara.
Hoy, su familia evalúa seriamente la venta de la propiedad para vivir en un lugar más barato. El caso de Tamara se repite por miles a lo largo de Chile. Y los más afectados son los adultos mayores, a quienes les cuesta un mundo pagar las contribuciones cuando no tienen más ingreso que sus pensiones.
Debate candente
Esta semana las parlamentaria Catalina del Real (IND) y la RN Carla Morales presentaron un proyecto de resolución para que el gobierno congelara dicho pago a los adultos mayores que presenten complicaciones económicas. “Si bien son muchas las viviendas que están exentas de contribuciones, con el alza de los avalúos fiscales, hoy día ha aumentado la cantidad de viviendas que están pagando contribuciones “, explicó Del Real.
En zonas del sector oriente hay saltos en el costo de este impuesto que superan ampliamente el 100% en los últimos cuatro años, revela un estudio de BMI Servicios Inmobiliarios –ligado al grupo Banmerchan–. A nivel nacional, solo la Región Metropolitana registra más del 30% de los hogares afectos a este impuesto. Y al revisar las comunas donde más subió el pago del gravamen, destaca Vitacura que casi triplicó el monto de la contribución promedio semestral en el período analizado. En 2020 la media era de $389.623 y ahora es de $1.149.493, un alza de 195,03% en el período. En Las Condes el incremento es de 131,89% al pasar de $275.356 a $638.510 en dicho lapso, mientras que en Lo Barnechea se duplica el monto, indicó Emol.
Ayudas insuficientes
Desde el mundo técnico consideran necesario hacer modificaciones al tributo, sobre todo pensando en los jubilados. “En relación a las altas contribuciones que afectan la propiedad de adultos mayores, y que por su edad, precaria situación económica y diversas enfermedades, no han podido pagar es más común de lo se cree”, sostiene Jocelyn Reyes, abogada de AGS Visión Inmobiliaria.
El mundo político ha intentado solucionar este problema, pero las medidas no son suficientes, agrega. Existe un beneficio para el adulto mayor, que consiste en la rebaja del 100% o 50% de las cuotas de contribuciones, a la cual pueden acceder quienes tengan un ingreso mensual menor a $900.000 aproximado mensual (100% de rebaja) o un ingreso de hasta $2.000.000 aproximado mensual (50% de rebaja).
“Sin embargo, no basta con cumplir con estos máximos de ingresos sino también, la aplicación del beneficio dependerá del valor del avalúo fiscal del inmueble, y si éste corresponde o no a la propiedad destinada a la habitación del contribuyente. En el caso de algunos adultos mayores, aunque estén dentro de los montos indicados de ingreso, no podrían acceder al beneficio por el hecho de tener su inmueble un avalúo fiscal que excede los 208 millones aproximadamente. Sin duda, las medidas del Estado son insuficientes para ayudar al adulto mayor a tener una mejor vejez”, señala Reyes.
A la espera de una solución general, los casos complejos se repiten. Ana Alvarado escribió a los medios sobre la situación de Constantino Siderakis Rodríguez, de 83 años, de quien es su apoderado. Explicó que éste posee un sitio eriazo en la ciudad de Ovalle, de 5.850 metros cuadrados, al que el Servicio de Impuestos Internos aplicó una tasación de $500 millones.
“Dada su precaria situación económica, su edad y diversas enfermedades, adeuda $120 millones en contribuciones. Ha enviado numerosas cartas a la Tesorería planteando su situación; ha intentado infructuosamente buscar la ayuda de algún político; ha intentado vender, etcétera. No hay interesados. Su ingreso son $214 mil, correspondientes a la PGU. Se encuentra viviendo en una residencia de adulto mayor que se paga con ayuda de familiares y amigos. A todas luces esto es un abuso por parte del Estado. Yo, en calidad de su apoderada, siento una infinita impotencia”, relató.