
Por: Marcos Brito, gerente de Construye2025, M.Sc. ingeniero civil industrial Universidad Adolfo Ibáñez.
Durante la primera semana de junio se realizó la Misión Tecnológica de Innovación y Productividad, organizada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), cuyo destino era Londres y Reino Unido. El objetivo detrás de este viaje fue conocer nuevas tendencias, aplicaciones y tecnologías, para fomentar la innovación y productividad en la construcción en Chile.
Desde los inicios de Construye2025, el Reino Unido ha sido un foco de interés: en 2015, cuando se elaboró la hoja de ruta del programa, asistidos por la Universidad de Cambridge, se tomaron varios ejemplos de UK. Por esto mismo, ir hoy nueve años después, con una perspectiva más desarrollada en torno a estos temas, contribuye a consolidar una perspectiva de futuro basada en aplicaciones tecnológicas para mejorar la productividad.
Visitamos tres universidades donde el desarrollo tecnológico es pieza clave. Ahí pudimos observar que los alumnos, especialmente en postgrados, estudian para egresar con nuevas ideas, desarrollando productos, tecnología y modelos de negocio tecnológicos. Con esto, tienen mejores perspectivas laborales, incluso en algunos casos como investigadores. Estas prestigiosas casas de estudio cuentan con instalaciones modernas y amplias, con laboratorios con tecnología y herramientas diversas para estimular la creatividad y el desarrollo de soluciones.
Por otra parte, fuimos una agencia de innovación digital o “Catapulta Digital”, con oficinas repletas de cables, pantallas y aparatos de todo tipo. En cada rincón había un invento en desarrollo, así como amplios salones con la última tecnología en realidad aumentada y virtual. Su objetivo: acelerar nuevas posibilidades, a través de la innovación para generar crecimiento económico. Este es un ejemplo genial de canalización de recursos (público-privados) para el desarrollo.
La misión incluyó también la visita durante dos días a la Digital Construction Week & Geo Espacial Tech, donde la tecnología propiamente tal no fue lo más impresionante, sino cómo ésta se ha ido disponibilizando y administrando comercialmente, para que cada vez más aplicaciones puedan aprovechar las ventajas del information management. El BIM aquí es, en definitiva, la tecnología que está detrás de la mayoría de los avances que se pudo observar.
Una de las mayores conclusiones de esta experiencia es ver cómo las organizaciones están evolucionando, fuertemente apoyadas por la tecnología y la innovación, a través de nuevos enfoques profesionales, de gestión, de información y organizacionales.
Así es como se logran las construcciones más destacadas de hoy, donde gran parte de las nuevas habilidades no se entrenan formalmente, donde cada nuevo profesional utiliza toda una gama de experiencias y conocimientos, que entrelazan lo técnico, con la imaginación y la tecnología digital, y donde el “Architecture Technologist” es al que todos quieren escuchar y seguir.