Por: Eduardo Ricci Burgos, abogado de Negocios.
En los últimos años, las tasas de interés bancarias en Chile han sido un factor determinante en el mercado inmobiliario, afectando tanto a compradores como a desarrolladores. Según datos del Banco Central, las tasas hipotecarias alcanzaron un promedio de 5,05% en noviembre de 2023, el nivel más alto en más de 14 años.
Aunque en 2025 han mostrado una tendencia a la baja, situándose en 4,29% en enero , aún están lejos de los mínimos históricos de 1,99% registrados en 2019. Las altas tasas de interés, junto con el aumento sostenido de la Unidad de Fomento (UF), han encarecido los créditos hipotecarios, impactando y dificultando el acceso a la vivienda para muchas familias.
Un estudio de la Cámara Chilena de la Construcción reveló que una familia promedio necesita ahorrar durante 11,4 años todos sus ingresos para adquirir una vivienda, en comparación con los 7,4 años requeridos hace cinco años.
Para abordar estos desafíos, se han propuesto diversas soluciones concretas e innovadoras:
En primer lugar, subsidios Estatales, en donde el Ministerio de Hacienda propuso en 2025 un subsidio transitorio de 60 puntos base a la tasa hipotecaria para viviendas nuevas de hasta 4.000 UF, buscando incentivar la demanda y facilitar el acceso a la vivienda.
Luego, se ha propuesto la flexibilización de créditos, en la que los expertos sugieren que los bancos adopten medidas más flexibles cuando se otorgan créditos hipotecarios, como la reducción del porcentaje de pie requerido y la implementación de tasas fijas a largo plazo.
Además, se ha propuesto el empleo del arriendo con opción de compra, modalidad no nueva, pero que permite a las familias arrendar una vivienda con la opción de comprarla en el futuro, facilitando el acceso a la propiedad sin la necesidad de un pie inicial elevado.
Por otro lado, se ha empezado a proponer la creación de créditos hipotecarios sustentables por algunas instituciones bancarias y financieras que ofrecen créditos con tasas preferenciales para proyectos inmobiliarios que promuevan la eficiencia energética y la sostenibilidad.
La digitalización de procesos también ha surgido como parte de una solución integral, en donde la simplificación y digitalización de los procesos de solicitud de créditos hipotecarios, como lo han hecho ya algunos bancos, puede reducir costos y tiempos, facilitando el acceso al financiamiento.
Para concluir, se puede ver que las fluctuaciones en las tasas de interés hipotecarias en Chile han generado desafíos significativos para el acceso a la vivienda.
Sin embargo, mediante la implementación de soluciones innovadoras y la colaboración entre el sector público y privado, es posible mitigar estos efectos y promover un mercado inmobiliario más accesible y sostenible.
