Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios.
En el negocio inmobiliario y en la construcción, la administración de proyectos significa riegos constantes en que se pone mucho en juego cada día, pues basta un solo juicio para hacer peligrar algo más que el proyecto en curso, sino también a la empresa, tales como la reducción del flujo de caja y los beneficios y, en el peor de los casos, poniendo en peligro la reputación (sin mencionar la propia responsabilidad de sus directivos).
Es innegable el aporte del avance tecnológico últimamente desarrollado para el negocio inmobiliario y de la construcción, permitiendo que estos riesgos puedan verse reducidos o controlados con la utilización de una plataforma de gestión digital adecuada.
La tecnología puede prever problemas de cronograma de la obra, automatizar el monitoreo de plazos y términos contractuales, asegurando el cumplimiento de las condiciones y evitando litigios por retrasos o incumplimientos. También facilita la auditoría y el seguimiento del cumplimiento de normativas locales y regulaciones específicas del sector.
Soluciones tecnológicas como el Building Information Modeling (BIM), plataformas de gestión de proyectos y contratos inteligentes pueden centralizar la información crítica del proyecto, facilitando el seguimiento en tiempo real de los avances, cumplimiento de normativas y obligaciones contractuales, reduciendo la probabilidad de malentendidos entre las partes involucradas.
Las plataformas digitales mejoran la calidad de la documentación sin tener que revisar constantemente los procesos existentes, lo que proporciona mejores registros y seguridad jurídica, siendo una característica clave de estas, su capacidad para crear registros inmutables. En proyectos inmobiliarios, las tecnologías basadas en blockchain y registros digitales seguros pueden prevenir fraudes, falsificación de documentos o alteraciones en los contratos.
Los litigios en la construcción y en materia inmobiliaria suelen ser muy costosos y de larga duración, por lo que usar tecnología preventiva en los diversos proyectos permitirá identificar problemas potenciales, como incumplimientos contractuales, defectos de construcción o disputas sobre plazos y formas de realización, así como cumplimiento de las obligaciones contractuales, levantando de esta manera, las alertas correspondientes antes de que se conviertan en posibles litigios o controversias.
Finalmente, anticiparse a los conflictos reduce los gastos legales y los costos asociados con la paralización de proyectos. Las ventajas de estos sistemas, en consecuencia, son innegables.
