Por: Gerardo Gozzi, CEO Coliver | ecosistema de convivencia.

Las leyes de reducción de horas laborales e incrementos de salarios mínimos, repercuten en que los comités de condominios evalúen nuevas alternativas para reducir costos fijos, donde los salarios de personal usualmente se lleva el 50% y hasta el 65% de los costos…pero ¿es el condominio lo suficientemente maduro para este cambio?; ¿La distribución de la infraestructura y tecnología permite estas mejoras?.

Dicho lo anterior, si bien la reducción de los costos es usualmente el disparador para pensar en cambiar de una consejería atendida por humanos a una basada en autoatención y tecnología, es importante entender el impacto y saber cómo gestionar el cambio cultural del condominio.

“La madurez de convivencia sumado a la percepción de seguridad y niveles de adversidad al cambio en cada residente, serán los que definirán promotores o detractores al proceso de cambio”.

De hecho, existen tres modelos de gestión para conserjerías residenciales: física, virtual y autogestionado. El primero,

considerado como conserjería premium por su alto costo basado en personal presencial y personalizado, cuenta con un soporte presencial permanente y conexión emocional, congruente con la cultura de convivencia del condominio.

Este modelo es clave, dado que comprende el alcance de su rol y como ello, forma parte de la convivencia entre lo administrativo, lo operacional, seguridad y comunicación, además del posible apego con las personas que lo desempeñan.

En cuanto al virtual, es un modelo que está orientado a la seguridad en control de accesos y atención a emergencias. Es un servicio entregado por especialistas en seguridad y atención al residente del tipo call center con comunicación bidireccional, de audio y video, que permite conversar en tiempo real con un asistente remoto las 24 horas mediante un quiosco, citófono o tótem dispuesto en los accesos del condominio.

Aquí se pone foco en la forma en que están dispuestos los accesos peatonales y vehiculares, la distribución del piso, los sistemas de control de accesos y de que tan integrado está de la infraestructura, para lograr medir la calidad, alcance y expectativas que este servicio podrá cubrir.

El último modelo autogestionado, es cada vez más frecuente en condominios y se  soporta fuertemente en tecnología, procesos simples y eficiencia. Estos formatos aplican tanto a construcciones antiguas, como a infraestructura modernas modificadas, en donde ya están concebidas desde su diseño, por lo que desarrollan una alta madurez de convivencia.

El ecosistema de convivencia figital (físico-digital), se basa en la capacidad de interactuar con las diferentes funciones y servicios físicos y digitales del condominio,  entregando así, una experiencia única al residente.

Para el caso de las conserjerías existen funcionalidades ya estandarizadas como son el registro de visitas y paquetes, reserva y utilización de estacionamientos de visita, y en el libro de novedades digital (bitácora), en el control de accesos, citofonía, cámaras de seguridad, donde además, se puede hacer reservas de áreas comunes y tener informes de desempeño mensuales.