Por: Alejandra Lutfy Pérez; Ingeniera en Construcción, Magister en Ingeniería Industrial y Sistemas; Presidenta Corporación Mujeres en Construcción-MUCC y Head Of Quality Management – Quality Control.
Empresas del rubro construcción tienen implementados sistemas de gestión de procesos con certificaciones ISO 9001, utilizan metodología last planner y reportan sus lecciones aprendida, pero: ¿las empresas mejoran su productividad con estas acciones?; Estas medidas ¿disminuyen los costos de la mala ejecución del proceso constructivo?; ¿Se evitan los reprocesos?; ¿Las no conformidades de gestión o productos quedan registradas?.
A menudo, los profesionales nos hacemos estas preguntas, buscamos oportunidades de mejoras y nos auto convencemos de que no volverá a pasar. Pero en realidad, no es así… ¿Por qué sigue pasando? Todo se debe a nuestra baja productividad.
En la edificación de un proyecto interactúan muchos factores internos y externos, que hacen bajar la productividad. Los elementos externos no están en las manos de las empresas constructoras como tampoco en las del Cliente. De los componentes internos que sí dependen de la organización, hago mención de la mano de obra profesional y no profesional poco calificada, de la rotación de trabajadores, la calidad en la ejecución, las largas jornadas laborales, la mucha subcontratación, como la poca industrialización y la baja inversión en IA.
La construcción en nuestro país es una de las industrias vitales para la economía y desarrollo. Por lo anterior, la productividad del sector es importante y debemos ocuparnos de ella. Los indicadores muestran que la productividad en Chile está estancada desde hace 10 a 15 años. Los proyectos presentan un indicador de 0,24 m2 persona-día en promedio e internacionalmente es de 0,37 m2 por persona-día como medio; un 53% mayor. Entonces: ¿qué debemos hacer para que no siga detenida?.
Desafíos e iniciativas para mejorar la productividad. Resistencia al cambio; baja adopción de nuevas tecnologías; gestión ineficiente de proyectos y la falta de capacitación y especialización de los trabajadores cómo desafíos. Las iniciativas son: promoción de la formación técnica; inversión en tecnología de la información, y el fomento de la innovación en procesos y materiales.
Tecnología, innovación y perfeccionamiento de proveedores. Adopción de tecnologías como el BIM y la prefabricación están teniendo un impacto positivo en la productividad, estas permiten una mejor planificación, diseño y ejecución de proyectos, reduciendo los tiempos y costos. Son los proveedores los llamados a impulsar la incorporación de nuevas tecnologías y ofrecerlas a las empresas.
Formación y capacitación. Más capacitación para los trabajadores y la profesionalización del sector. Esto incluye desde la formación técnica hasta la gestión de proyectos y el liderazgo.
Sostenibilidad y eficiencia. Hay interés en construcción sostenibles y eficientes energéticamente, las cuales pueden contribuir a la productividad a largo plazo al reducir los costos operativos y mejorar la calidad de las construcciones.
Y finalmente, inversión en investigación y desarrollo. Aumentar la inversión en I+D puede conducir a la innovación en materiales, técnicas y procesos de construcción.
Abordar estos aspectos es vital para superar el estancamiento productivo y avanzar hacia un sector de la construcción más eficiente y competitivo en Chile.
