Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios COHLERS + Partners
El desarrollo inmobiliario en la sostenibilidad es un factor clave en la lucha contra el cambio climático, dado su alto impacto en el medio ambiente y por el impacto medioambiental negativo de la construcción tradicional.
Las tendencias de desarrollo inmobiliario sostenible y el concepto de sustentabilidad evolucionan de la mano del compromiso de los miembros del G20 y otros países para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030.
Sin embargo, y aunque la sostenibilidad tiene un alcance global, requiere que las acciones se ejecuten y escalen a los entornos locales, lo que significa que el papel del negocio inmobiliario y su desarrollo sostenible es relevante.
Se dice que la construcción sostenible puede mejorar la eficiencia energética y del agua y garantizar el uso sostenible de las materias primas. Recientemente se estimó que los edificios “verdes” representan el 38% de las actividades de proyectos de construcción globales, con las proporciones más altas en Singapur, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido, y que un número cada vez mayor de empresas están comprometidas a trabajar en “proyectos verdes”.
Estas tendencias son muy prometedoras y reflejan el papel activo que pueden tener las prácticas inmobiliarias sostenibles en las dimensiones económica y social, pues una edificación sostenible puede crear oportunidades de empleo en diseño, construcción y en modernización, y puede servir como un vehículo para la inclusión social y económica y la formalización de la vivienda.
De esta forma, insto a perseverar en la creencia y demostración que el desarrollo inmobiliario sostenible ha hecho la transición y paso necesario de ser una actividad de “nicho de mercado” a ser el modelo necesario, conveniente y el más utilizado en los países desarrollados y en desarrollo a la hora de llevar adelante proyectos de envergadura, siendo en consecuencia esta transición beneficiosa para el ahorro energético, la optimización en el uso de los recursos y la armonía de los proyectos inmobiliarios con el entorno natural que los rodea.
Por otro lado, las certificaciones de este tipo de proyectos ofrecen además transparencia a los compradores, aunque un sistema más integrado y uniforme a nivel mundial sería deseable.
A pesar de estos desafíos, la edificación y los proyectos sostenibles se han vuelto cada vez más relevantes debido a la creciente conciencia ambiental y a la necesidad de abordar los desafíos del cambio climático. La adopción de prácticas y tecnologías sostenibles en el negocio del proyecto inmobiliario y de la construcción contribuye asimismo a un desarrollo más equitativo y responsable.
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