Por Cristian Montero, fundador de Adactiva
Aunque en el Informe de Política Monetaria (IPM) de septiembre, el Banco Central de Chile redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 75 puntos base las condiciones inflacionarias persisten al alza. Con un 9,5%, el indicador sigue siendo de los más altos en el mundo.
En este escenario, sin duda, muchos se preguntan si es el momento oportuno para crear un negocio. Lo cierto es que, quienes tenemos una mentalidad emprendedora sabemos que detrás de cada problema hay un mundo de oportunidades. De hecho, en Adactiva ayudamos a constituir sociedades anónimas, sociedades por acciones y también sociedades de responsabilidad limitada.
Las primeras encajan generalmente con empresas medianas o grandes, pues, facilitan la movilidad de capitales y el financiamiento bancario con una menor responsabilidad de los socios. En tanto, las sociedades por acciones destacan por su flexibilidad al momento de su conformación, también implican una menor protección legal para los socios minoritarios, porque las decisiones se toman privilegiando a quienes tienen la mayor cantidad de acciones de la sociedad.
Por su parte, las sociedades de responsabilidad limitada establecen una mayor responsabilidad legal de los socios en caso de insolvencia y más flexibilidad en su regulación. No obstante, esta estructura limita la movilidad del capital y el acceso a créditos bancarios.
Con estos antecedentes a la vista, la sociedad por acciones es el modelo ideal para el emprendimiento en el mundo inmobiliario, ya que permite comprar y vender acciones de manera más simple.
Una vez hecho el trámite en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y la solicitud de patente en la municipalidad, la recién nacida organización está lista para optar a fondos concursables como los que entrega Sercotec; créditos con garantía estatal como el FOGAIN; y también para acceder a los recursos que pueden aportar inversionistas ángeles, entre ellos, dinero y conocimientos, lo cual es clave para un modelo de negocios escalable.
Igualmente, el crowdfunding -mediante el cual son varias personas las que invierten en el proyecto- puede ser un vehículo muy práctico para financiar una idea; y no hay que olvidarse del financiamiento propio que, obviamente, permite mantener el control de la propiedad sin tener que devolver dineros.
Con todas estas herramientas, lo que puede parecer una tormenta no es más que una llovizna para quienes tienen una visión de largo plazo y una idea de negocio rentable que encaje en el mercado inmobiliario. Los pasos son simples y sólo queda asesorarse en forma integral para subirse al carro empresarial en menos de dos semanas.
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