
La herramienta ha logrado generar tasas de aprobación superiores al 95%, consolidándose como un instrumento clave para impulsar el ecosistema inmobiliario y facilitar el acceso a vivienda propia para las familias chilenas.
Por: Redacción EDI
Recientemente, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) informó que el subsidio a la tasa hipotecaria para viviendas nuevas alcanzó más de 23 mil solicitudes en sus primeros tres meses de aplicación, reflejando un fuerte interés de las familias por acceder a financiamiento habitacional.
Según cifras oficiales, durante el último trimestre los bancos recibieron 23.026 solicitudes elegibles, de las cuales el 95,4% están aprobadas o en proceso de evaluación.
Actualmente, 13.529 operaciones cuentan con aprobación, lo que representa un monto superior a los US$1.488 millones. En paralelo, otras 8.442 solicitudes permanecen en análisis de riesgo, mientras que solo 1.055 casos (4,6% del total) fueron rechazados. Estos datos ratifican el impacto positivo de la medida, que presenta tasas de aceptación superiores a las de instrumentos previos como FOGAPE y FOGAES.
En ese sentido, Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, señaló que “este subsidio a la tasa viene a aliviar una necesidad que tenían las personas, que era que no les estaba calzando el ingreso con el pago del dividendo. Ahora, por un lado, el crédito les sale más barato en la totalidad del mismo porque van a pagar una tasa menor, pero además, al momento de la evaluación para calificar, las instituciones financieras lo hacen con una tasa más baja”.
Según el ejecutivo, este subsidio genera un impacto positivo en tres frentes simultáneamente. Para las familias, facilita el acceso al crédito al reducir el dividendo mensual y disminuir los requisitos de renta mínima. Para las instituciones financieras, el Estado garantiza una parte del costo del crédito, reduciendo el riesgo de la operación. Y para la industria inmobiliaria, el instrumento está permitiendo salir del stock acumulado de viviendas nuevas.