Informe de la consultora StartupBlink sostiene que Chile enfrenta un estancamiento, pero que tiene el potencial para recuperar su “posición de liderazgo regional”.
Por Leonardo Núñez
Santiago cayó 12 puestos en el ranking global de mejores 100 ciudades con ecosistemas para startups. Se sitúo en el puesto 79, según el análisis de la consultora StartupBlink.
De acuerdo al informe, basado en datos aportados por una docenas de organizaciones multilaterales y del sector público, Sao Paulo es la ciudad mejor posicionada de Latinoamérica (23°). Le siguen Ciudad de México (53°), Bogotá (63°), Buenos Aires (74°) y finalmente la capital chilena.
Al tope del ranking están San Francisco, Nueva York, Londres, Los Angeles, Boston y Beijing. “La caída de 12 puestos de Santiago al 79° lugar marca el descenso más pronunciado entre los ecosistemas de startups de América Latina en el top 100”, indica el análisis, que también advierte que el puntaje total de la capital es de más de 71 veces que el de Valparaíso, lo que refleja una intensa centralización del ecosistema de Chile en esta urbe.
A la hora de analizar las causas de este descenso, el análisis sostiene que Chile fue alguna vez un pionero en el desarrollo económico en América Latina, pero que hoy enfrenta un estancamiento.
“La economía chilena está experimentando una recesión económica sumada a desafíos como una alta tasa de inflación y una menor producción de bienes. Mientras otros ecosistemas latinoamericanos están creciendo rápidamente, Chile necesitará revitalizar sus ecosistemas de startups para recuperar su posición de liderazgo regional”, se indica.
Para impulsar la recuperación económica de Chile, la consultora recomienda al gobierno aumentar su apoyo a los emprendedores, ya que “parece que el país ha perdido su papel de líder como ecosistema innovador en términos de apoyo del sector público”.
En esa línea, se señala que un ejemplo de un programa eficaz desde el punto de vista del marketing es Startup Chile, que ha obtenido reconocimiento mundial para el país desde su lanzamiento en 2010. “El programa no se limita a los emprendedores chilenos y apoya a fundadores de todo el mundo a través de un acelerador en Santiago, junto con una visa de startup de 1 año. Esta fue una forma innovadora de atraer a emprendedores extranjeros que otros países ahora están tratando de replicar”.
Por último, se indica que “los ecosistemas de startups de Chile tienen un potencial sin explotar. Un desafío clave es la tendencia de las startups chilenas a apuntar al mercado local relativamente pequeño en lugar de los mercados internacionales”.
“La historia de Chile es una historia de iniciativas innovadoras que se han estancado un poco. También puede convertirse en un ejemplo de recuperación del ecosistema de empresas emergentes nacional si retorna a la senda del crecimiento”, concluye StartupBlink.