Están hechas de PVC y son de un solo uso, lo que las convierte en elementos altamente contaminantes. Pero ya hay propuestas para su reemplazo y reutilización.
Por Leonardo Núñez
Aunque su masificación ha tendido a disminuir con los años por el avance de la publicidad digital, la presencia de las “palomas” publicitarias en época electoral sigue presente en ciudades y comunas rurales.
Como se sabe, la nómina de espacios públicos habilitados para que sea instalada es propuesta por los respectivos concejos municipales y determinada y publicada por el Servel, con el fin de velar por su uso equitativo y no entorpecer la vida diaria de la ciudadanía.
Y, de acuerdo a la ley electoral, una vez concluido el periodo de las campañas (que en el proceso actual termina esta semana), los equipos de los propios candidatos deben iniciar su retiro de la vía pública. En caso de no hacerlo, se exponen a multas.
El problema es qué hacer con ellas una vez que su función ha concluido. Las palomas están hechas de PVC, material a base de petróleo, y son de un solo uso. Esto las convierte en elementos altamente contaminantes y, de acuerdo a estimaciones de expertos en la materia, el 90% de las que se ocupan en distintas actividades publicitarias terminan en vertederos.
Este año hubo intentos por disminuir su impacto ambiental. Desde el Congreso se reactivó el proyecto de ley con el objetivo de prohibir en su fabricación el uso de plásticos que no sean compostables. Sin embargo, la iniciativa no alcanzó a cumplir su tramitación legislativa y debería retomarse de cara a los comisiones parlamentarios y presidenciales del próximo año.
Por parte de los candidatos, hubo varios que optaron por otras formas de darse a conocer. Grace Arcos, candidata a alcaldesa del Partido Comunista por la comuna de Conchalí, optó por crear palomas digitales. Éstas se pueden descargar desde el celular e integrarlas en una fotografía, generando cero impacto ambiental.
“Estamos comprometidos con el medioambiente y no queremos contaminar plazas y calles, preferimos que sean las familias quienes ocupen esos espacios”, indicó sobre su decisión.
Otros candidatos que también optaron por no utilizarlas, como Pedro Lea-Plaza, candidato a jefe comunal por Lo Barnechea en representación del Partido Republicano, dijo que lo hizo porque “el actual alcalde Cristóbal Lira (que no va a la reelección), nos planteó la importancia de no ensuciar la comuna con palomas, que además de contaminar, molestan visualmente, lo que comparto plenamente”.
A nivel legislativo, no se ha querido descartar su uso de forma completa, porque se considera que las redes sociales no se ven como sustituto para llegar a la población de mayor edad o adulta mayor. Esto, además de que podría generar una brecha entre quienes van a la reelección, y tuvieron visibilidad durante todo el período, en relación a candidatos nuevos que tendrán más dificultades para dar a conocer su campaña.
A su vez, el plástico compostable aún es de difícil acceso y sólo podría someterse a descomposición en procesos de reciclaje industrial en centros de acopio que sólo están presentes en la Región Metropolitana.
Mientras se avanza en su erradicación, hay varias iniciativas que le han dado nuevo uso a estos carteles. Cuando la empresa WOM da de baja sus anuncios, los retira y transforma en bolsos, billeteras y mochilas, entre otros productos. Para ello, formó una alianza con Marketgreen, una empresa B que le da un nuevo uso al plástico, y con la cual, desde 2019, han logrado reciclar más de 31 toneladas de publicidad en la vía pública.
En tanto, la Fundación MascotAlerta y la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario (COLMEVET), publicaron un instructivo donde enseñan a transformar las palomas de campañas políticas en casas para perros. La iniciativa incluye un instructivo de diseño con todas las indicaciones. Esta información puede ser visualizada en el siguiente link: https://l1nq.com/gtdqz.
