
El alto precio de la vivienda y los servicios posicionan a estas tres urbes como las más onerosas de la región, según índice internacional sobre costo de la vida.
Por Leonardo Núñez
Un reciente estudio que compara precios de vivienda, servicios, transporte y alimentación en las principales capitales y centros urbanos de la región, determinó que Montevideo (Uruguay), San José (Costa Rica) y Monterrey (México) son las ciudades más caras para vivir en América Latina.
Entre las conclusiones del Índice de Costo de Vida 2025, elaborado por Numbeo, hay un claro patrón: el valor de la vivienda es el principal impulsor del encarecimiento.
Así, Montevideo registra el precio promedio del metro cuadrado más alto de Sudamérica, con valores que superan los US$3.200 ($2,9 millones chilenos) en zonas céntricas.
En Costa Rica, San José alcanza cifras similares, mientras que Monterrey —considerada la capital industrial de México— muestra una fuerte presión inmobiliaria por el auge de empresas tecnológicas y de relocalización industrial (nearshoring).
En todas estas ciudades, la demanda sostenida de vivienda urbana ha superado ampliamente la capacidad de oferta nueva. Los costos de construcción, el aumento en las tasas hipotecarias y la escasez de suelo disponible dentro del perímetro urbano agravan el problema.
Los analistas destacan que tanto Uruguay como Costa Rica exhiben estabilidad política, seguridad y marcos legales atractivos para la inversión extranjera, factores que, paradójicamente, han impulsado el alza de los precios.
En Montevideo, los programas de vivienda bajo régimen de promoción de inversiones han atraído capital argentino y brasileño, mientras que San José se ha consolidado como centro regional de servicios, atrayendo a expatriados y trabajadores remotos de alto ingreso.
En Monterrey, el empuje proviene del boom industrial: la llegada de fabricantes de autos eléctricos y tecnología ha generado un mercado de arriendo corporativo de lujo, con rentas que en algunos casos superan los US$2.000 ($1,8 millones chilenos) mensuales.
El informe también identifica a otras ciudades con aumentos sostenidos, como Santiago, nuestra capial, Ciudad de México y Buenos Aires, aunque en estos casos la inflación local y la depreciación de las monedas atenúan su posición global.
En el otro extremo, urbes como Asunción, La Paz y Quito siguen siendo las más accesibles de la región, con precios de vivienda y arriendo hasta un 60% inferiores al promedio latinoamericano.
En el caso chileno, el estudio ubica a Santiago dentro de las 10 ciudades más caras de la región, con un incremento sostenido en el valor de los arriendos y una fuerte presión sobre los precios de departamentos nuevos en comunas céntricas. Según Numbeo, el valor promedio del metro cuadrado en el centro de Santiago ronda los US$2.400 ($2,2 millones chilenos), aunque con variaciones significativas según el sector.
Expertos locales destacan que la capital chilena comparte con Montevideo y San José un fenómeno común: la desconexión entre precios y salarios reales, lo que tensiona el acceso a vivienda, especialmente entre jóvenes y familias emergentes.