Hasta un 40% podrían incrementarse las cuentas en la boleta final con la entrada en vigencia de la nueva ley que partir la próxima semana.
Por Leonardo Nuñez
A partir del próximo mes de julio las cuentas del hogar se verán nuevamente incrementadas. Esto debido a que las tarifas de la electricidad, congeladas desde 2019, experimentarán su primera de las tres alzas del año, de acuerdo a Ley de Estabilización de precios que regirá al sector.
Ante la preocupación manifestada por diversos actores sociales, por el complejo momento económico en que se produce este aumento, Gobierno y Congreso están estudiando formas para que el golpe no sea tan severo para los jefes y jefas de hogar. Es que en algunas regiones, como Valparaíso y Atacama, el alza podría llegar hasta un 40% en la boleta final para los clientes del segundo segmento de mayor consumo residencial (entre los 180 y 400 KWh mensual).
En tanto, Tarapacá (con 27%), Arica y Parinacota (31%), y Los Lagos (30%), serán los menos afectados del segundo segmento de los que más consumen energía. Por su parte, la RM sufrirá un aumento del 36%. Respecto al grupo de menor consumo (hasta 180kWh), este registrará variaciones de entre 10%, para Tarapacá, y de 25% en las regiones de Valparaíso, Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Por ahora, sólo está aprobado un subsidio dirigido a 1,5 millones de hogares vulnerables (alrededor de 3 millones de personas), y al que se podrá postular desde el 1 de julio.
En nuestro país, las viviendas son responsables del 15% del consumo de energía y del 5% de las emisiones de CO2. Un estudio de 2019, realizado por el Ministerio de Energía, reveló que el 73% del consumo energético de los hogares se destina a calefacción/climatización y agua caliente.
Del consumo eléctrico residencial distribuido porcentualmente, según su uso final, se evidenció que el 53% se destina a calefacción y climatización (calefactores individuales, calefacción central y aire acondicionado), y el 20% se utiliza en agua caliente sanitaria considerando ducha, tina y lavado de loza.
Otros gastos corresponden a refrigeración (refrigerador y freezer) y a cocción de alimentos (cocina, horno, hornillo eléctrico), ambos con un 5%; iluminación y televisión ocupa un 4%. El gasto en aseo de ropa (lavado, secado y planchado) corresponde al 3%; mientras que varios usos (otros equipos, computador, microondas, piscina, bomba de riego, cafetera y consola videojuegos) y Stand By, se consume el 2% y el uso de hervidor eléctrico y aspiradora alcanzan el 1%.
El estudio revela, además, que en promedio, una familia chilena gasta $600.000 al año en energía para cocinar, calefaccionar, cocinar, iluminar los espacios, entre otros usos.
Al tener conciencia de estos datos, se pueden tomar medidas para disminuir el consumo de electricidad residencial. Entre las más eficientes, relacionadas con las conductas individuales, están el acortar el tiempo de las duchas eléctricas, lavar ropa con carga completa y evitar consumo stand by o luces vampiro, indican distintos experto del área.
A continuación, les compartimos medidas de ahorro dentro del hogar.
Prefiera electrodomésticos rotulados: La Fundación Chile recuerda que con la entrada en vigencia del etiquetado de Eficiencia Energética para refrigeradores en 2007 –siendo la letra A, la más eficiente– las marcas importadas obtuvieron letra B, mientras que las locales quedaron en categoría D. Por eso las nacionales tomaron rápidamente medidas y cambiaron el burlete (goma) de la puerta por uno de mejor calidad, con lo que obtuvieron la letra ‘B’. Este simple cambio incentivó a los hogares a comprar estos artefactos, logrando ahorrar $50.000 anuales en la cuenta de la luz. La plataforma TopTen publica un listado de productos para comparar con cuáles puede ahorrar más energía, según su precio y calidad.
Aire acondicionado: Entre los artefactos que consumen más energía están los enfriadores y calentadores de aire. Mejorar la aislación es clave para darles un mejor uso (entre un 10% y un 15% del calor del hogar se pierde o se cuela por las filtraciones que existen en ventanas o techos). Además, debe ajustar la temperatura del aire acondicionado a 24 °C en verano y la de la calefacción a 20 °C en invierno.
Usar ampolletas eficientes: Las ampolletas led representa un gasto eléctrico de $230 mensual, su vida útil es 20 veces mayor a las lámparas incandescentes y, aunque su precio es más alto, producen un ahorro anual de $17.030. Además, esta medida se puede combinar con tecnología aplicada a luces de exteriores, como cronómetros de encendido y activación por movimiento para contribuir al ahorro. La luz supone el 20% del gasto energético en los hogares, por lo que apagar las luces que no vamos a usar también puede significar un buen ahorro.
Instalación de paneles fotovoltaicos: Para una vivienda de 4 integrantes, se requieren dos kilowatts, lo que corresponde a ocho paneles solares de 1,70 x 1,00 metros. Actualmente, empresas que los instalan también proveen baterías residenciales que permiten almacenar los excedentes de energía solar. El costo mínimo para una vivienda es de 3 millones de pesos, que se pueden recuperar en 2 años con toda la energía eléctrica que se ahorra, además de contar con garantía de que frente a un corte masivo sus equipos eléctricos seguirán operando.
Estufas eléctricas: Es mejor cerrar las puertas de los espacios que no se utilizan, ya que así se mantiene la temperatura y no se desperdicia energía.
Desenchufar los artefactos que no están en uso: Los electrodomésticos consumen entre un 5% y un 10% de su potencia cuando están apagados y gastan debido a que siguen conectados a la corriente. Es necesario desenchufar los artículos o utilizar alargadores con interruptores para reducir el gasto de los artefactos a cero.
Lavado y planchado: Acumular la mayor cantidad de ropa posible al planchar o lavar y hacerlo preferentemente en horas de menor demanda energética, como la mañana.
Después de calentar el agua, guarda el agua que no utilices en un termo para evitar tener que calentarla de nuevo.
