Mantener las tasas hipotecaria bajo el 3% será uno de sus mayores desafíos si no logra controlar la inflación.
Por Leonardo Núñez
A diferencia de su anterior mandato, en su regreso a la Presidencia de Estados Unidos (2025-2029), Donald Trump contará con mayorías en ambas cámaras del Congreso y con un contundente apoyo popular.
Su problema ahora es que no tendrá excusas, desde el punto de vista legislativo, para cumplir con sus promesas de campaña, muchas de las cuales no son necesariamente complementarias. Si concreta una, inviabiliza a otra.
Es lo que algunos analistas advierten en materia de acceso a la vivienda. Durante la campaña, prometió bajar las tasas hipotecarias bajo el 3%, construir un programa de viviendas en terrenos federales y deportar a inmigrantes irregulares para reducir la demandas por ocupar propiedades, y de esta manera bajar los precios.
Estas tres promesas necesariamente van a estrellarse con las otras fijaciones de su programa electoral, indica David Marrero en el análisis que realizó para “Idealista.com” .
“Una de las mayores preocupaciones del sector inmobiliario se encuentra en las políticas proteccionistas prometidas por Trump, que pueden disparar la inflación, y obligar a la Reserva Federal a subir las tasas (de interés), en una política más restrictiva y con impacto directo en hipotecas para los futuros compradores de viviendas”, señala.
En palabras simples: si sube los aranceles importaciones de productos desde otros mercados, lograr tasas hipotecarias bajo el 3% parece una quimera.
En cuanto a construir viviendas en terrenos federales, el tema también se complejiza, porque estos se ubican lejos de zonas urbanas. El costo de construirlos, por tanto, se incrementará, dificultado el acceso a la vivienda.
En la misma línea se circunscriben las deportaciones. Un porcentaje importante de los indocumentados que busca expulsar, trabajan en “negro” en el sector de la construcción. Reemplazar a esos trabajadores puede encarecer aún más el mercado de la vivienda.
“Trump tendrá que moderar drásticamente su agenda si quiere cumplir su promesa de reducir las tasas hipotecarias al 3%”, concluyen los expertos de Bloomberg. Pero con el magnate al frente de la Casa Blanca todo puede pasar. Para bien. O para mal.