Los arriendos de corto plazo alcanzan rentabilidades cercanas al 7%, de acuerdo con cifras de HOM Group.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Un 2024 con números verdes fue el que tuvieron los arriendos por día en el país, debido a que alcanzaron 4,6 millones de noches reservadas, lo que representa un aumento del 47% respecto a 2023. Además, en el año pasado se destinaron 108.020 propiedades a este mercado, lo que significó un 26% más que en el 2023, según datos de HOM Group.
En ese sentido, la rentabilidad que ha logrado el mercado de renta corta en comparación a la renta residencial ha llamado la atención de los inversionistas. De hecho, en el Gran Santiago la renta residencial de largo plazo genera un cap rate cercano al 4,6% anual, es decir la tasa de rendimiento de una propiedad calculada en base a su ingreso operativo neto, según datos de TOCTOC. Por su parte, los arriendos de corto plazo obtienen rentabilidades cercanas al 7%, de acuerdo con cifras de HOM Group.
Ante esta situación, Cristián Waidele, CEO de HOM Group, señaló que “la baja rentabilidad del arriendo tradicional ha llevado a muchos propietarios a cambiar sus unidades a renta corta. En muchos casos los dueños de los inmuebles han tomado créditos hipotecarios a tasas sobre el 4,5%, por lo cual no logran cubrir sus dividendos con los arriendos tradicionales”.
Cabe destacar, que en sectores como Bellas Artes, República, Monjitas y Lastarria, la rentabilidad supera el 7,2% anual, y evidencia una ocupación promedio del 80%.
Por su parte, la renta larga, ha mostrado mayores rentabilidades en comunas periféricas, pero el sector oriente lidera en ocupación. Según cifras de TOCTOC, destacan Quinta Normal (5,6%), San Bernardo (5,5%) y Maipú (5,2%) lideran en rentabilidades por arriendos de largo plazo, con tasas de ocupación que oscilan entre el 96% y el 98%.
Eso sí, Daniel Serey, chief research officer de TOCTOC, agrega que “estas comunas han mostrado un deterioro en sus velocidades de arriendo y un aumento en la vacancia en el último tiempo, debido principalmente a la menor capacidad de pago de los hogares, sumado a ciertos deterioros urbanos relacionados con la seguridad”.