El gobierno laborista invertirá más de US$ 62.000 millones para revertir la crisis de acceso habitacional que afecta a millones de británicos, especialmente a familias de bajos ingresos.
Por Leonardo Núñez
En un anuncio calificado como “histórico”, la ministra de Hacienda del Reino Unido, Rachel Reeves, presentó el nuevo Plan de Vivienda del Gobierno británico, que contempla una inversión pública de más de US$ 62.000 millones de dólares durante los próximos diez años.
El objetivo: revertir la crisis de acceso a la vivienda que afecta a millones de británicos, especialmente a familias de bajos ingresos.
Durante su intervención en la revisión anual del gasto para 2025, Reeves detalló que 46.000 millones de dólares serán destinados específicamente al fomento de viviendas asequibles. Este desembolso comenzará a aplicarse a partir de 2026, con una media de US$ 4.600 millones anuales en construcción y apoyo financiero a proyectos habitacionales con arriendo regulado o venta a precios accesibles.
Adicionalmente, el gobierno de Keir Starmer ha autorizado un cambio en las reglas de endeudamiento para permitir que la agencia estatal Homes England obtenga hasta US$ 11.700 millones en financiamiento. Este monto se orientará a nuevas edificaciones y a la recuperación de viviendas sociales en deterioro.
Reeves calificó la iniciativa como el “plan más ambicioso en décadas”, asegurando que marcará un antes y un después en el acceso a la vivienda. La medida ha sido ampliamente respaldada por organizaciones sociales. La National Housing Federation, que representa a entidades proveedoras de vivienda para más de seis millones de personas, describió el paquete como “transformador” y “un impulso generacional para el sector”.
El anuncio llega en un contexto crítico. El Reino Unido atraviesa una profunda crisis habitacional, caracterizada por un déficit estructural de viviendas sociales, precios inaccesibles en el mercado inmobiliario y un creciente número de personas en situación de calle o viviendo en alojamientos temporales. Según Shelter, una de las principales organizaciones benéficas del país, más de 1,2 millones de personas están actualmente en lista de espera para acceder a una vivienda social en Inglaterra.
El acceso a la vivienda se ha visto agravado por años de escasa inversión pública, aumento sostenido de los alquileres y ventas masivas de vivienda social al sector privado desde la década de 1980. En la última década, la producción anual de vivienda social se ha reducido drásticamente, mientras que los alquileres han subido más del 30% en muchas zonas urbanas del país.
Además del plan de vivienda, el gobierno británico ha anunciado otras inversiones relevantes:
US$ 34.000 millones para el Servicio Nacional de Salud, con un aumento del 3% anual.
US$ 2.800 millones destinados a renovar y reconstruir infraestructuras escolares.
US$ 735 millones en formación técnica para trabajadores del sector construcción.
US$ 16.700 millones para la construcción de una nueva planta de energía nuclear.
