Por: Paula Ortiz, líder de energía y recursos de Arcadis Chile.
Empresas como la nuestra, con 43 años de experiencia en el mercado chileno, más de 3.500 proyectos de ingeniería y estudios de consultoría ejecutados a la fecha y una dotación de 450 colaboradores (as), son reconocidas por su liderazgo internacional y su permanente búsqueda de crear valor a largo plazo para los grupos de interés.
Bajo ese propósito, representantes de la compañía participaron durante 2024, en diversas instancias destinadas a que profesionales de las industrias de la energía y la minería, compartieran ideas y conocimiento en torno a los principales desafíos de ambos sectores.
Especialistas de su operación local y de la firma a nivel corporativo (cuenta con más de 40 mil colaboradores en el mundo), fueron parte de encuentros tales como Panamgeo Chile, MineExcellence, Tailings, CRU, CESCO, Hyvolution, NH3, Water Congress, Planning for Closure y Pacto Global Norte.
La colaboración es es fundamental y, por lo mismo, se debe estar siempre disponibles para compartir las capacidades y aportar en las discusiones que agregan valor para encontrar las mejores soluciones y prácticas en las industrias, sobre todo pensando en los desafíos que se vienen para este 2025.
Así, en 2024 se emitió el quinto reporte corporativo de la operación de la multinacional neerlandesa Arcadis Chile, reafirmando compromisos con prácticas sostenibles en la industria y la búsqueda de equilibrar el crecimiento económico con la gestión ambiental. La presentación se realizó en la conferencia “Descarbonización y Resiliencia en la Industria en Chile”, junto a organismos como H2 Chile y la Universidad de Chile.
En línea con su estrategia a nivel global, que sistematiza sus actividades y proyecta sus principales desafíos futuros, dado que la sostenibilidad continuará como eje fundamental de su operación en el país y será un pilar de su relación con los grupos de interés, entre ellos diversos actores del ecosistema local.
En este contexto, se seguirá participando activamente en espacios de diálogo e intercambio de conocimiento, lo que supone una oportunidad para materializar sus objetivos de mejorar la calidad de vida y el medioambiente en las comunidades donde se llevan a cabo proyectos de las industrias energética y minera.