Por: Patricio Rey, Gerente General de Desarrollo País.
La educación es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad. Sin embargo, en territorios aislados como el archipiélago de Juan Fernández, garantizar acceso a infraestructura educativa de calidad ha sido un desafío histórico.
Tras el devastador tsunami de 2010, la comunidad escolar de la isla quedó desprovista de su colegio, viéndose obligada a continuar sus actividades en instalaciones modulares que, si bien fueron esenciales como solución de emergencia, nunca estuvieron destinadas a perdurar. Hoy, catorce años después, damos un paso decisivo para cambiar esta realidad.
Por esto asumimos con responsabilidad el mandato del Ministerio de Educación para liderar el diseño y construcción del nuevo Colegio Insular Robinson Crusoe. Este proyecto no solo responde a la urgencia de contar con infraestructura adecuada, sino también, a la necesidad de entregar a los estudiantes y a toda la comunidad, un espacio que fomente el aprendizaje y potencie el desarrollo social y cultural de la isla.
La elaboración de este proyecto fue concebida a partir de un proceso participativo, en el cual nos reunimos con la comunidad escolar, autoridades locales y vecinos, recogiendo sus inquietudes y expectativas para reflejarlas en las bases de licitación. Este diálogo permitió incorporar soluciones a los desafíos que impone la geografía insular, como el transporte de materiales y la adaptabilidad de los espacios a las condiciones climáticas. La participación de la comunidad ha sido clave para asegurar que el nuevo colegio sea funcional y un reflejo de la identidad local.
El proceso de licitación para el diseño y construcción ya está en marcha, y se proyecta adjudicar el proyecto en abril, con el inicio de obras programado para este mismo año y la entrega final prevista para 2026. Sabemos que las condiciones climáticas y logísticas podrían influir en los plazos, pero estamos comprometidos a avanzar con decisión y urgencia para cumplir con este objetivo.
La construcción del nuevo Colegio Insular Robinson Crusoe es más que un proyecto de infraestructura; es un símbolo del compromiso del Estado con las comunidades más apartadas. Es también, un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre el sector público y privado puede materializar soluciones concretas y de alto impacto.
Entender la infraestructura no solo como una obra física, sino también, como una herramienta de transformación social, es fundamental. Por ello, esperamos poder seguir impulsando proyectos que contribuyan al desarrollo equitativo de Chile, llegando donde más se necesita.
