Por: Angela Lu,Presidente y Director General para Asia-Pacífico de SIG.
En un mundo donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una urgencia, el compromiso de las empresas cobra una importancia vital. Por ejemplo, la reciente alianza de esta compañía de soluciones de envase con WWF Suiza para proteger y restaurar los bosques en Malasia es un recordatorio de que la industria, al igual que los individuos, debe asumir su papel en la preservación de los recursos naturales.
Así, las empresas han ido perfeccionado no solo su tecnología de empaques, sino también, su responsabilidad hacia el planeta. Aquí destaco el proyecto forestal enfocado en el Complejo Forestal Ulu Muda de Malasia, que abarcará tres años y medio y busca mejorar la gestión de 170.000 hectáreas de bosque y probar la restauración de 25 hectáreas. Es una acción concreta que asegura la protección de un recurso natural fundamental y tiene implicaciones directas en el bienestar de las comunidades locales.
La iniciativa, parte del programa Forests Forward de WWF, apunta a mantener la resiliencia de este ecosistema crítico, que es clave para el suministro de agua de Malasia y la conservación de la biodiversidad, incluyendo especies amenazadas como el elefante asiático. La seguridad hídrica y la biodiversidad dependen de la integridad de estos espacios, y es alentador ver que una empresa que obtiene materiales de los bosques asume la responsabilidad de contribuir activamente a su sostenibilidad.
Alianza estratégicas también han logrado impactar en el Pacífico Central de México, donde se ayudó a proteger el hábitat del jaguar, demostrando que el compromiso no es una iniciativa aislada, sino parte de una estrategia global en la que los ecosistemas locales y las personas que dependen de ellos, están al centro de las acciones de sostenibilidad.
¿Por qué esta labor debería importar a los consumidores? Porque en el caso personal, cada caja de cartón producida por SIG utiliza fibras certificadas por el FSC™ y esto significa que cada envase que llega a nuestras manos, ha sido elaborado con el mínimo impacto posible en los recursos forestales. Esta filosofía de “devolver más de lo que se toma” no solo preserva los bosques de hoy, sino que también, promueve su regeneración para el mañana.
En un mundo que clama por más iniciativas de este tipo, los buenos ejemplos nos recuerdan de que el verdadero liderazgo empresarial implica mirar más allá de las ganancias y trabajar por un legado de sostenibilidad. La pregunta que surge, entonces, es si el resto de la industria se sumará a este movimiento o si seguirá apostando únicamente por modelos de producción que no reconocen el valor de lo que parece, pero no es, inagotable.