Por: Iván Chomer, CEO de Dividenz
Expandir los horizontes más allá de las fronteras nacionales, buscando mercados robustos, economías sólidas y estabilidad financiera, es un objetivo deseado por los inversores de Latinoamérica. En un mundo interconectado y globalizado, para los que nos gusta invertir en Real Estate, surgen algunas interrogantes: ¿Por qué solo invertir en el mercado local? ¿Puedo hoy hacerlo de forma remota en otros mercados que me den mayores beneficios?
Las respuestas son evidentes: las inversiones cross-border (transfronterizas) en Real Estate se están convirtiendo en un nuevo foco de atención. La seguridad jurídica, la estabilidad económica, los beneficios fiscales y la diversificación geográfica son algunas de las características que más llaman la atención de los inversores de todo el mundo.
Según el FMI en 2022, EE.UU. se posicionó como la principal economía receptora de inversión extranjera directa. Una de las tantas ventajas de este país se debe a su fuerza económica y su bajo riesgo, sumado a su variedad geográfica y un mercado laboral robusto.
En este sentido, uno de los flujos más importantes de inversiones transfronterizas en bienes raíces es el de Latinoamérica con EE.UU. En el sector inmobiliario, más del 50% de las inversiones anuales extranjeras provienen de Latinoamérica. Un claro ejemplo de esto son los chilenos, quienes según la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami, representaron el 6% del total de los extranjeros que compraron viviendas en el sur de Florida.
Esto refleja una demanda reprimida para la región, que históricamente se caracterizó por tener una fuerte intención de compra, pero muy pocas propuestas que la satisfagan. A diferencia de otros activos, destinar capital a esta industria prácticamente estuvo circunscrito a la ciudad donde uno vivía. Además, aquellos que viajaban al exterior con el fin de diversificar su cartera, se encontraban con altísimas barreras de entrada, por lo que terminaban accediendo solo los grandes capitales.
Pero hoy estas barreras cambiaron por completo, ya que ahora existe la posibilidad de acceder a productos financieros del Real Estate de calidad institucional en múltiples mercados del mundo, a través de pocos clicks. El avance de la tecnología y la digitalización permitieron una mayor transparencia y facilitaron el acceso a la información mejorando así la competitividad de este sector.
En conclusión, el desarrollo de las inversiones cross-border en Real Estate abre una ventana de oportunidades para los chilenos y para el mundo, y permite la inclusión de una nueva generación de inversores que amplía sus horizontes financieros, en busca de crecimiento y protección patrimonial.
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