“La luz puede mejorar nuestro rendimiento cognitivo, la visión y la ausencia de ella (sin pantallas) ayudarnos a descansar y cuidar de nuestro ciclo del sueño”, señaló Macarena Saenz.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Con la llegada del invierno la luminosidad del hogar resulta un tema relevante para el ánimo de quienes habitan el lugar. El horario de invierno significa que el atardecer comienza alrededor de las 5:45 de la tarde, generando que las personas deban iluminar de manera artificial sus viviendas.
Ante eso, Macarena Saenz, diseñadora de interiores, especializada en Neuroarquitectura y miembro de MI Comunidad de Mujeres Inmobiliarias, señaló que, “priorizar al máximo la luz natural siempre que sea posible, dejándola pasar en la utilización de cortinas que permitan el tamizado de ella o entrada por completo.
La luz influye en el bienestar físico y emocional de las personas, en ese sentido, Ana Antico, arquitecta especializada en interiorismo y Neuroarquitectura, directora del Grupo Antico, señaló que, “siempre usar luz cálida entre 2.700 y 3.000 grados Kelvin, que es la única iluminación que está comprobado no retrasa la salida de la melatonina, que es la hormona del sueño, es la que regula el ciclo circadiano, y te ayuda a descansar mejor, a dormir mejor, a entrar en un sueño más reparador.
“En cambio, si usamos iluminación fría de 4.000 a 5.000 grados Kelvin, que es esa luz azul, vamos a estar alterando todo lo que es el reloj biológico, el ritmo circadiano, nos vamos a producir la hormona de la melatonina y vamos a estar descansando más mal”, agregó Antico.
Además, los expertos recomiendan generar contrastes mediante la iluminación que proviene de diferentes puntos (lámparas de techo, de pie, de mesa y apliques de pared) si son tareas de concentración se recomienda evitar sombras.
Por otra parte, otro punto a considerar es la utilización de la sombra, “la iluminación no debe ser uniforme ni estática. Al igual que en la música el silencio es crucial, la sombra es esencial para resaltar la luz. Es importante intencionar la iluminación, generando contrastes y aprovechando tanto la luz como la oscuridad para crear ambientes equilibrados y acogedores”, agregó Saenz.