Encontró la fórmula para continuar con una vida normal, la que perdió desde que la vivienda se convirtió en uno de los destinos turístico más famosos de Nueva York.
Por Leonardo Núñez
Convertirse en uno de los lugares más visitados por los turistas de Manhattan, en Nueva York, se convirtió en un dolor de cabeza para la propietaria real del departamento que habitaba Carrie Bradshaw en “Sex and The City”.
Ubicada en el primer piso de un edificio de cuatro plantas, en número 66 de Perry Street, en el West Village, la vivienda a la que se accede por una pequeña escalera, es uno de los preferido para fotografías y reels.
Es que para los fans de la serie, el departamento se convirtió en un ícono, ya que en su interior, la periodista interpretada por Sarah Jessica Parker escribían sus columnas en las que relataba las aventuras con sus amigas.
Pese a que la propietaria, Barbara Lorber, intentó alejar a los curiosos instalando una cadena para impedir el paso, éstos la saltaban para ingresar al edificio. Ello la motivo a pedir la autorización para construir una puerta, aunque implique modificar el diseño original del edificio construido en 1886 y que, al igual que la escalinata, está protegido como monumento histórico.
“Esa casa no debería estar cerrada, pero lo que era hermoso a fines del siglo XIX lamentablemente necesita más protección en nuestro siglo, en nuestra época. Había esperado durante décadas que esto pasara, pero en este punto creo que incluso alguien tan testarudo como yo tiene que admitir que esto no desaparecerá en el futuro cercano”, explicó Lorber a “The New York Times”.
“A cualquier hora del día o la noche, hay grupos de visitantes frente a la casa tomando fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en redes sociales, haciendo videos de TikTok o simplemente celebrando el momento”, explicó la dueña en una carta sin firmar a las autoridades de conservación.
La cadena, añadió, ya no es suficiente, pues muchos visitantes “la saltan y posan, bailan o se tumban en las escaleras, suben arriba para mirar por las ventanas del salón, intentan abrir la puerta principal, o cuando están borrachos de noche, llaman al timbre”, e incluso vandalizan el lugar escribiendo mensajes.
Su petición finalmente fue aprobada por la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos de la Ciudad. Ahora, la propietaria inició el diseño adecuado de la puerta, que “se ajustaría al estilo histórico” del edificio. De esta manera, espera olvidarse de los fans y de “Sex and The City”.
