La masificación de la electromovilidad necesita de una infraestructura de carga que es clave. En ese contexto, los vehículos eléctricos enfrentan desafíos tanto en la carga lenta y rápida que en Chile sigue sumando nuevas experiencias.
Por: Renato Herrera Lagos
La electromovilidad es algo nuevo, sólo tiene 180 años de historia y en la actualidad se ha posicionado fuertemente en la industria del transporte emparejándose a su primo lejano, el hidrocarburo. Por otra parte, un rival poderoso a la hora de limitar su explosión es la tecnología de almacenamiento de energía, más conocida como batería.
Así, fue en 1991 cuando la batería de iones irrumpe en el mercado y desde esa fecha ha ido experimentando importantes avances hasta volverse competitiva, tanto en lo técnico como en lo económico. Hoy en día, ya encontramos vehículos con las mismas características a los de combustión (bencina o petróleo), logrando llegar a precios y prestaciones similares. Lo concreto es que aún quedan ciertos desafíos para la masificación y despliegue de esta tecnología y se relaciona con la infraestructura de carga.
Actualmente la infraestructura de carga permite que vehículos que cuentan con autonomía de 500km puedan ser cargados en 5 minutos, el equivalente a 100 km, logrando la misma performance que si fuera una carga de gasolina, permitiendo que sean cada vez son más los modelos que se pueden cargar de forma rápida gracias a los nuevos cargadores (e.g. 350 kW)
Pablo Maturana, CEO y fundador de Evsy, señala que “la gracia que tienen los cargadores ultrarrápidos es que sirven para viajar. En general, el 80% de la carga la realizamos en domicilio mientras el vehículo está detenido, pero cuando necesitamos continuidad en un viaje necesitamos que la carga sea rápida. Ese es su gran valor, aunque sabemos que existe un porcentaje importante de personas que no va a tener un cargador de estas características en sus casas. Justamente para ellos, los cargadores rápidos son la solución ideal”.
Hoy encontramos modelos de vehículos eléctricos que cuentan con autonomías de 500 km y pueden cargar en 5 minutos el equivalente a 100 km, logrando una experiencia similar a cargar gasolina en un vehículo a combustión. Son cada vez más los modelos que permiten cargas ultrarrápidas gracias a sus baterías y los nuevos cargadores ultrarrápidos (e.g., 350 kW).
“El principal desafío de la infraestructura de carga en Chile es que aumente en cantidad, pues aún son muy pocos los puntos de recarga. Hemos visto en carreteras algunos cargadores, pero es solamente uno. Existe un tema de volúmenes a cubrir. El otro gran desafío es estandarizar la calidad de servicio a la recarga. Hoy en día las apps funcionan relativamente mal, existen cargadores que funcionan. No existe un estándar de servicios parejos y, en ese sentido, nuestra empresa interopera cargadores de todos los operadores”, asegura Maturana.
Así, la carga lenta es la más utilizada, representa el mayor número de cargadores instalados y la que mayor energía eléctrica consume en su conjunto. Esto se debe a que la mayoría de los usuarios carga su vehículo en casa por la noche y no necesita de otra carga en la semana para sus viajes urbanos.
Dado lo anterior, podemos ver dos desafíos: El primero, la factibilidad de instalar un gran número de estos cargadores en edificios que no tienen un empalme suficiente ni infraestructura adecuada, y segundo; de dónde sacamos la energía adicional que estos cargadores en su conjunto, demandarán del sistema eléctrico en la noche y no de la energía fotovoltaica, al menos no directamente.
“Te diría que lo importante es que para ciertas ocasiones que es donde esta carga genera valor, se establezcan ciertos estándares para que las instalaciones de estos cargadores puedan ocurrir. Sería ideal que, como las personas trabajan de 9:00 a 18:00 horas, aquellos edificios comerciales u oficinas pudieran adaptar su infraestructura e instalar cargadores es un gran desafío. Que la carga pueda ocurrir cuando el auto esté parado”, señala Maturana.
Para los expertos, los desafíos se pueden abordar desde distintas perspectivas. Por ejemplo, incentivando la carga diurna con precios de energía más atractivos, integrar almacenamiento al sistema eléctrico, administrar los cargadores centralizadamente y realizar un uso más estratégico de los cargadores públicos semirrápidos
Tipos de cargadores: la barrera de la interoperabilidad
Uno de los mayores dolores de cabeza para los actuales y potenciales usuarios de vehículos eléctricos es la interoperabilidad de carga, e incluye desafíos técnicos, económicos y regulatorios.
Existen muchos modos y estándares de carga, no solo los hay lentos, semirrápidos y rápidos, sino que los hay con el cargador a bordo, el cargador fuera de borda, y la carga inalámbrica. Además, cada tipo de carga tiene diferentes conectores y estándares que cambian según fabricante y país.
Este es un concepto muy importante y justamente nosotros trabajamos ese concepto. Hay que entender que, a diferencia de la gasolina, en general en todos los países son oligopolios porque las barreras de entrada al poner gasolinera son altas. Por eso interactúan dos o tres actores por país. La carga eléctrica tiene una barrera de entrada baja, está súper atomizada y pueden existir muchos oferentes”, advierte Maturana.
En Chile, la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) publicó la primera normativa declarando los estándares exigidos e identificando los modos de carga con base en la normativa europea IEC, pero aceptando otros estándares.
Algunos críticos creen que se debe escoger solo un estándar, pero esto cerraría el mercado a potenciales marcas, dificultando la competitividad. Otros creen que es necesario abrirlo a todos, pero esto llenaría de incertidumbre a los usuarios y desarrolladores de infraestructura. La solución no es fácil y es un problema mundial.
A lo anterior, se suma el modo de pago y suscripción y en qué modelo se cobra la energía y tiempo entregados por el cargador. No hay una solución única, depende del tipo de cargador, la región, el modelo de negocios y la normativa de cada país, pero es interesante analizar la diversidad, ventajas y desventajas de todas las soluciones implementadas en el mundo.
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