Análisis de la agencia de calificación crediticia de EE.UU. señala que nuestro país se desacoplaría de las buenas perspectivas de los principales economía de la región.
Por Leonardo Núñez
Chile se desacoplaría de la tendencia de los principales mercados inmobiliarios de la región en 2025. Mientras de México y Brasil se espera cifras que reflejen “solidez”, nuestro país tendría una crecimiento “modesto” para el próximo año, según el último análisis de Fitch Ratings.
“Las dos mayores economías de América Latina, México y Brasil, presentarán un desempeño sólido en la industria, sobre todo en espacios minoristas y los centros comerciales, mientras que en Argentina y Chile la expansión será moderada, aunque una mejora en el consumo podría cambiar el pronóstico”, estima la agencia de calificación crediticia estadounidense.
Las bajas perspectivas de Chile se explican por la debilidad de su mercado laboral, el cual ha impacto en el consumo privado y en las posibilidades de acceder a la vivienda.
Sobre América Latina, la agencia destacó que los perfiles crediticios inmobiliarios tienen un “riesgo de bajo a moderado”, respaldados por una sólida salud financiera, un ingreso operativo neto estable y un acceso saludable al capital.
“El apalancamiento del sector sigue siendo manejable, con perfiles de liquidez adecuados, vencimientos de deuda mínimos a corto plazo y activos no gravados significativos, lo que proporciona una base estable a pesar de los desafíos potenciales”, apuntó la agencia.
Una demanda estable, más las fusiones y adquisiciones, y proyectos de expansión que se registren en el año, permitirán que los ingresos y el EBITDA del sector inmobiliario continúen creciendo en el próximo año en la región, de acuerdo con las previsiones de la calificadora.
Para el segmento de oficinas, en tanto, se seguirá priorizando una mayor ocupación por sobre el aumento de los arriendos. Por ello, se espera que sigan bajando las tasas de vacancia. Sin embargo, Fitch advierte que el ritmo puede moderarse por factores como el exceso de oferta y la prevalencia de modelos de trabajo híbridos.