La planificación eléctrica en las ciudades es un proceso fundamental que busca garantizar un suministro de energía eficiente, seguro y sostenible, con la finalidad de lograr satisfacer las necesidades de la población y la actividad económica. Por lo que dada la contingencia a partir del vendaval de 120 km/h hace 13 días, revisar cuáles son algunos de los aspectos claves de dicha planificación, es fundamental para entender qué se ha hecho y qué no.
Dicho lo anterior, la evaluación de la demanda energética debería considerar un análisis acucioso de la demografía, para que los estudios puedan proyectar el crecimiento poblacional y prever el aumento en la demanda de energía, así como identificar los sectores de consumo que más energía consumen, ya sea residencial, comercial, industrial, entre otros: ¿existe esta proyección?.
La infraestructura eléctrica es otro punto a considerar, dado que las redes de distribución deben diseñar y ser capaz de soportar la demanda actual y futura; igualmente en este ítem, se determina las subestaciones y transformadores, como el donde se ubican estratégicamente y otros elementos de infraestructura para optimizar la distribución; y ni hablar de la integración de energías renovables, que considera la incorporación de fuentes de energía solar, eólica, etc., dentro de dicha planificación.
Con las políticas públicas anunciando una carbono neutralidad para 2050, la sostenibilidad y eficiencia energética, cumple un rol protagónico donde la normativas y regulaciones, deben promover la meta y para esta eficiencia energética, se deben facilitar crear incentivos para que los consumidores optimicen su consumo energético.
El uso de tecnologías inteligentes como las smart grids, por su parte, lograría utilizar redes eléctricas inteligentes que permiten una mejor gestión de la demanda y una integración más eficiente de las energías renovables, así como los medidores inteligentes, implementarían sistemas de medición que proporcionen datos en tiempo real para un mejor control y gestión del consumo.
¿Y qué pasa con la planificación espacial y urbanística?: la zonificación considera la ubicación de desarrollos residenciales, comerciales e industriales en función de la infraestructura eléctrica disponible, mientras que para los espacios públicos se debe contemplar integrar la planificación eléctrica con el desarrollo de infraestructura de transporte, como estaciones de carga para vehículos eléctricos.
La participación comunitaria son partes de metodología cada vez más validadas, a pesar de que estén a cargo de empresas privadas, por lo que con la consulta ciudadana, logra involucrar a una comunidad en el proceso de planificación para asegurar que se consideren sus necesidades y preocupaciones, mientras la educación y conciencia, fomenta el uso eficiente de la energía y las opciones renovables disponibles para los ciudadanos.
Desde la gestión de riesgos, generar resiliencia ante cambios climáticos como los vividos con el frente pasado, se vuelve hoy más que nunca irrenunciable, por lo que planificar para minimizar el impacto de eventos climáticos extremos en la infraestructura eléctrica y establecer protocolos para la gestión de emergencias relacionadas con la energía, no es opcional.
Finalmente, dentro de lo que podrían ser los puntos más agudos, está el financiamiento y la inversión, donde los modelos de financiamiento deben explorar diferentes fórmulas que permitan realizar inversiones en infraestructura eléctrica, y donde la colaboraciones público-privadas, deberían sustentarse en la lógica de fomentar alianzas para mejorar la infraestructura y los servicios eléctricos, puesto que no es posible que sea más fuerte la presión internacional como lo ha sido la aparición de la compañía desde Italia.
Paralelamente, la Ley Chao Cables en Chile, oficialmente conocida como la Ley N° 21.133, que fue promulgada en 2019 y tiene como objetivo regular el uso de cables eléctricos y de telecomunicaciones que se encuentran en el espacio público. Esta ley busca mejorar la estética urbana y la seguridad, así como facilitar el acceso a los servicios de telecomunicaciones y algunos de sus puntos clave incluyen: desarrollo de infraestructura subterránea; plazos y responsabilidades; estética y seguridad, y; la coordinación entre entidades.
En conclusión la planificación eléctrica en las ciudades es un proceso dinámico que requiere un enfoque integral y colaborativo, por lo que es esencial adaptarse a los cambios en la tecnología, las necesidades de la población y las exigencias ambientales para asegurar un futuro energético sostenible y resiliente, y de cara a esto y a los acontecimientos, aunque la implementación de estas políticas se calculan en 3 veces las condonación del CAE, buscar fórmulas para la implementación efectiva de la Ley Chao Cables es un desafío significativo, ya que requiere la colaboración de múltiples actores y un enfoque integral para la planificación urbana.
