
Por: Eduardo Ricci Burgos, abogado de Negocios Cohlers+Partners
Continuando con la importante crisis que enfrenta la industria de la construcción y el negocio inmobiliario, que ya he comentado en artículos anteriores, el incremento de estos conflictos comerciales y arbitrajes en los proyectos de este sector en Chile, puede afectar negativamente el negocio y la actividad de varias maneras.
Primeramente, los litigios y arbitrajes pueden causar retrasos significativos en la ejecución de los proyectos, llevando a un aumento en los costos y a la pérdida de oportunidades de mercado. Asimismo, los costos legales y administrativos asociados a los conflictos pueden ser sustanciales, sin perjuicio de los costos adicionales por los retrasos y las posibles multas o sanciones que suelen ir aparejadas, pueden impactar negativamente las finanzas del proyecto.
Los conflictos comerciales y judiciales pueden deteriorar las relaciones entre las partes involucradas (contratistas, subcontratistas, proveedores, etc.), afectando la colaboración futura y la eficiencia en la ejecución de proyectos, pero en especial, un alto número de litigios puede dañar la reputación de una empresa, dificultando la obtención de nuevos contratos y la atracción de inversores y clientes si se empieza a aparecer en la prensa con cierta frecuencia sobre estos asuntos.
En este contexto, se proponen distintas formas de evitar este incremento, como por ejemplo, contar con asesoramiento legal desde las etapas iniciales de los proyectos para identificar y mitigar posibles riesgos legales y contractuales y capacitar a los empleados y a los equipos de gestión de proyectos en la resolución de conflictos, gestión de contratos y cumplimiento normativo.
Por otro lado, asegurar que los contratos sean claros, detallados y específicos en cuanto a las obligaciones, responsabilidades y expectativas de las partes e incluir cláusulas de resolución de conflictos y mecanismos de arbitraje para manejar disputas de manera eficiente, como los dispute boards.
Otra forma es fomentando el uso de la mediación y la negociación antes de recurrir a los tribunales o árbitros, dado que pueden ser más rápidas y menos costosas, pues la resolución temprana de malentendidos y problemas puede prevenir que estos se conviertan en disputas mayores.
Adicionalmente, mejorar la planificación y gestión de los proyectos para evitar problemas que puedan derivar en conflictos puede ser muy útil. Esto incluye una buena gestión de riesgos, control de calidad y cumplimiento de plazos y presupuestos, manteniendo una comunicación abierta y transparente entre todas las partes involucradas.