Por: Gianfranco Aste, gerente comercial Mercado Libre Inmuebles / Portalinmobiliario.com
La aprobación del proyecto de ley que establece un subsidio a la tasa de interés hipotecaria para la adquisición de viviendas nuevas en Chile, podría marcar un hito importante en la búsqueda de soluciones para reactivar un sector que, a pesar de los esfuerzos anteriores, sigue enfrentando serios desafíos. Este subsidio, que beneficiará a miles de familias y busca reducir el stock de viviendas en el mercado, plantea preguntas claves sobre su efectividad y el impacto real que tendrá en la industria inmobiliaria a corto, mediano y largo plazo.
El subsidio a la tasa de interés es una de las medidas más esperadas por los actores del rubro, pues promete aliviar las presiones financieras de los compradores. Al ofrecer un subsidio de hasta 60 puntos base en la tasa de interés para créditos hipotecarios destinados a la adquisición de viviendas nuevas de hasta 4.000 UF, el Gobierno busca no solo aliviar la carga de los dividendos mensuales, sino también, incentivar la compra de propiedades que se han quedado estancadas en un mercado con baja demanda.
Este apoyo tiene un potencial claro: si se implementa de manera efectiva, puede ayudar a reducir el período de ahorro necesario para la compra de una vivienda, que según la Cámara Chilena de la Construcción ha aumentado significativamente en los últimos años. De hecho, una familia de ingresos promedio actualmente debe ahorrar más de 11 años para poder adquirir una propiedad, mientras que en 2003 este tiempo era de solo 4 años. Este subsidio podría significar un respiro para aquellas familias que han visto postergado su sueño de la casa propia.
A pesar de las intenciones de reactivación, el panorama del mercado inmobiliario sigue siendo complicado. La industria ha sido golpeada por varios factores, como el aumento de tasas de interés, los costos de construcción, la inflación y la incertidumbre económica. Según los análisis de Mercado Libre Inmuebles, actualmente existe un stock significativo de propiedades nuevas dentro del rango de 4.000 UF, lo que representa más de la mitad de las unidades disponibles en el país.
Por otro lado, si bien el subsidio podría aliviar el costo de los dividendos y aumentar la demanda, aún existen incertidumbres sobre el comportamiento del consumidor. Las familias hoy son más cautelosas y analíticas, lo que obliga a la industria a ofrecer propiedades que no solo sean asequibles, sino también, adaptables a las nuevas expectativas del mercado. Además, las inmobiliarias deberán lidiar con la variabilidad del flujo de demanda, que en algunos casos, está determinado por factores como la estacionalidad del turismo en ciertas zonas, o las fluctuaciones de la economía.
El subsidio al dividendo podría ofrecer un impulso importante a la industria inmobiliaria, especialmente en las grandes ciudades y zonas turísticas. Con un número significativo de propiedades disponibles en el rango de precio estipulado por el subsidio, es probable que surjan nuevas oportunidades para inversionistas, quienes podrían aprovechar la creciente demanda de arriendos y proyectos de multifamily. Este modelo, que ha ganado terreno en los últimos años, podría ser clave para capitalizar el interés por viviendas de rápida ocupación y bajo costo mensual.
En este contexto, las inmobiliarias se verán motivadas a diseñar proyectos que respondan a estas nuevas dinámicas, con una oferta de viviendas bien dimensionadas y con características que se alineen a las expectativas de los compradores. Sin embargo, será crucial que el subsidio llegue a tiempo y que se gestione de manera eficiente, para que el mercado no termine saturado, sino que logre un equilibrio entre oferta y demanda.
Finalmente, el subsidio a la tasa de interés tendrá un impacto directo en el mercado inmobiliario y en la vida de las personas. Facilitar el acceso a la vivienda, especialmente a las nuevas generaciones que aún luchan por encontrar estabilidad financiera, es una necesidad urgente. Sin embargo, la implementación de esta medida debe ser acompañada de un análisis exhaustivo sobre la distribución de los subsidios, para asegurar que realmente beneficien a quienes más lo necesitan y no terminen favoreciendo a un sector limitado de la población.
