Por: Álvaro Ricardi Mac-Evoy, Socio Fundador SPM Administración; Director Cigsa Chile y Directo Cgai.
En búsqueda del camino a la profesionalización me he ido encontrando con muchos escenarios complejos, que no me permiten desarrollar las ideas o avances que uno espera o que quiere hacer.
Por ejemplo, observo con frustración lo difícil que es llevar un negocio a otro nivel y lo poco preparado que estamos para ir migrando las administraciones de edificios a otro tipo de formato que nos permita vernos y presentarnos, de manera experta ante tu contraparte directa, el comité y tu contraparte más indirecta, pero igual de relevante: los residentes.
Ya hace un par de años con el propósito de despersonalizar mi empresa empecé a consumir mucha información, podcast, charlas de emprendedores, casos de éxito y libros, y todos con una o varias fórmulas distintas, se hacían al final estas preguntas: ¿lo lograré?; ¿Podré traspasar la esencia de mi servicio a otros que quieran trabajar conmigo y llevar mi negocio adelante?; ¿Lograré un mejor sueldo, mejores condiciones laborales y un mejor ambiente?.
También surge, lo que se escucha tan seguido: ¿No estamos preparados para los beneficios y la visión primer mundista del trabajo?, y por ende ¿funcionamos con el garrote y la micro administración, con el marcaje personal del trabajador y la presión?
Nuestros clientes quieren que tú estés en el edificio y desde esta premisa, tratas de construir una base sólida donde el servicio se siga dando, pero se prescinda de tú presencia para que puedas gerenciar las decisiones desde la distancia con las habilidades y capacidades que haz construido con la experiencia de los años.
¿Cuanto hará falta para que esa visión empresarial de la administración, no sólo se dé en los edificios de oficinas, sino que también, traspase a los edificios residenciales? ¿Cuándo se le dará valor a tus servicios por la profesionalización de éste y no por una sensación de “personalización” y la presencia de una persona?.
Al final toda persona que hace bien su trabajo termina siendo recomendada y comienza naturalmente a crecer y despersonalizarse. Ese el sentido de la pymes. Busca crecer y ser como sus hermanos mayores que serían las grandes empresas.
Sin embargo, hay que saber que existe poco apoyo económico o de desarrollo para los empresarios administradores. Quizás nuestra “generación” requiere ser un gestor de cambio para que este paradigma se rompa, y así, los nuevos empresarios puedan partir desde un punto más profesional para lograr que el cliente final reciba un servicio de mayor calidad, estandarizado e integral, ya que nuestro rubro es un servicio multidisciplinario que requiere de empresas que cubran todas las aristas.
