Por: Felipe García Bunster, director de Tinsa para Cono sur.
El acceso a la vivienda en Chile ha evolucionado de manera preocupante en los últimos años, afectando principalmente a los segmentos medios representados por los deciles 7 y 8. En 2017, estos hogares aún contaban con opciones razonables en el mercado inmobiliario, pero la situación ha cambiado drásticamente para 2024, prácticamente excluyéndolos de la oferta de vivienda asequible.
En 2017, el 7º y 8º decil podía acceder a aproximadamente el 20,3% y 38,4% de la oferta disponible, respectivamente. Esta proporción, aunque lejos de ser ideal, les permitía participar en el mercado inmobiliario. Sin embargo, en 2024 tras un aumento sostenido de las tasas de interés y principalmente la inflación en los últimos años, estas opciones se han reducido al 0,3% para el 7º decil y al 3,8% para el 8º decil, un nivel que prácticamente los deja fuera del acceso a la vivienda.
Las razones detrás de esta drástica reducción en la accesibilidad para los segmentos medios son múltiples. En primer lugar, las tasas de interés hipotecarias han pasado de un 2,39% en 2020 a un 4,80% en 2024, lo que implica un encarecimiento de las cuotas y reduce la capacidad de endeudamiento de las familias. En segundo lugar, el valor de la UF, que ajusta los precios de las viviendas y los créditos en función de la inflación, ha aumentado considerablemente, encareciendo aún más las propiedades.
Este efecto combinado ha hecho que, a pesar de los aumentos salariales en estos segmentos, los hogares medios no puedan compensar el alza de precios. Hoy, el precio de las viviendas accesibles para estos deciles ha caído en promedio a 1.600 UF, lo que restringe notablemente su capacidad de elegir dentro del mercado. La situación resulta preocupante si consideramos que estos hogares constituyen una base fundamental de la clase trabajadora chilena y deberían poder aspirar a una vivienda sin tener que enfrentar barreras tan altas.
Es claro que el deterioro de las condiciones de acceso a la vivienda para los segmentos medios debe ser abordado desde políticas públicas que fomenten al mundo privado la construcción de viviendas asequibles, y además consideren mecanismos para que el mercado inmobiliario regular sea accesible para todos. Esto incluye tasas de interés más competitivas, incentivos a la construcción y descentralización para aliviar la presión en las zonas urbanas de mayor demanda.
Solo mediante un enfoque integral lograremos que el acceso a la vivienda pase a convertirse nuevamente en un derecho alcanzable para la clase media y media-baja en Chile.